Toni Negri (1933-2023)

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 Michael Löwy

Toni Negri se hizo famoso gracias a sus obras, que proponían, a través de un enfoque filosófico inspirado en Spinoza y Marx, contribuir a la emancipación de la “multitud”.

1.

Con la muerte de Antonio Negri –Toni para sus amigos– la causa comunista perdió a un gran pensador y un luchador incansable. Perseguido por sus ideas revolucionarias, encarcelado en Italia durante muchos años, Toni Negri se hizo ilustre gracias a sus obras, que se proponían, a través de un enfoque filosófico inspirado en Spinoza y Marx, contribuir a la emancipación de la “multitud”.

En el último mensaje que me envió desde el hospital, el 7 de octubre, Toni escribió: “¡Háblame de la situación brasileña y si podemos volver a imaginar, con prudencia y tenacidad, una nueva y feliz idea de comunismo!”.

Toni Negri nunca dejó de soñar y esperar, hasta su último aliento, una renovación del comunismo.A los 90 años, murió el filósofo italiano Toni Negri, referente del postmarxismo europeo | La Opinión Austral

Las siguientes líneas son un resumen de su biografía, basada en dos obras autobiográficas publicadas en Italia: Historia de un comunista, bajo el cuidado de Girolamo de Michele, Milán, Ponte alle Grazie, 2015, 608 páginas; Es De Génova a Domani. Historia de un comunista, bajo el cuidado de Girolamo de Michele, Milán, Ponte alle Grazie, 2020, 442 páginas.

En estas obras relata, con gran sagacidad y refinamiento, y no sin distancia crítica, su juventud, sus primeros trabajos y sus luchas en el movimiento autonomista, sus años de prisión y sus batallas intelectuales y políticas.

2.

Politizado dentro de la juventud católica italiana en la década de 1950, Toni Negri se haría comunista antes de descubrir a Marx. Pasando muy rápidamente “del secularismo radical al ateísmo virtuoso”, se unió –sin grandes ilusiones– al Partido Socialista Italiano (PSI), paralizado por la división entre la tentación socialdemócrata y la sumisión al estalinismo. Pero, a partir de 1961, se suma al “operaismo” de la revista Cuadernos Rossi (Raniero Panzieri, Mario Tronti), quienes propusieron un regreso a las fábricas para construir una política obrera anticapitalista basada en las luchas locales.

El joven Toni Negri estaba muy interesado en Kant, Hegel, Dilthey, Max Weber, Karl Mannheim –temas de sus primeras obras filosóficas–, pero permaneció indiferente hacia Marx, todavía identificado con el diamat Estalinista. Sólo durante la década de 1960 descubrí, gracias a Lukács y sus amigos “operaistas”, al Marx de la lucha de clases.

Cercano a Mario Tronti, cuya obra destacaba el trabajo vivo como subjetividad obrera subversiva, se separó de él cuando Mario Tronti decidió unirse nuevamente al PCI en 1967. Fue entonces cuando el comunista Toni Negri, junto con los comités de fábrica radicalizados, fundaron el periódico trabajador de energía y, poco después (1969), una organización política del mismo nombre, que se oponía al reformismo del PC italiano y se definía como “el partido de la insurrección”.

Testimonio de una vida filosófica y militanteToni Negri también desarrolló una brillante carrera académica, convirtiéndose en el profesor universitario más joven de Italia, en la Universidad de Padua. Su enseñanza se refiere a las “Doctrinas del Estado”, basadas en los tres grandes pensadores antiestatales a los que se refiere: ¡Condorcet, Jefferson y Lenin!

El atentado fascista en Piazza Fontana, en Bolonia (1969), del que se acusó falsamente al anarquista Pinelli –y que supuestamente “se suicidó” durante un interrogatorio policial– levantó una ola de indignación en el país. Se vendieron un millón de ejemplares del folleto. Masacres estatales (escrito por un colectivo en el que participó Negri), denunciando el choque de los “servicios” estatales con los círculos fascistas.

Intentos de unir trabajador de energía com lotta continúa fracasaron, y aquellos con Il Manifiesto, de Rossana Rossanda, o con el editor “guevarista” Giangiacomo Feltrinelli –trágicamente asesinado en un intento de sabotaje– fueron efímeras (1970). Mientras trabajaba con comités de fábrica y escribía panfletos incendiarios, el filósofo de Padua escribió un libro sobre Descartes, definido como “el principal ideólogo de la revolución capitalista en la Europa continental” y, en cierto modo, como el inspirador del PC italiano, este “Partido cartesiano”.

Toni Negri era partidario del “ilegalismo masivo” de los movimientos sociales, que derivó en actos de sabotaje y expropiaciones de supermercados –uno de los cuales sería protagonizado por Darío Fo–, pero se oponía a la militarización del movimiento. Estas divergencias provocaron una división en el trabajador de energía y la creación, por parte de Toni Negri y los comités de fábrica, de un nuevo movimiento político, Autonomía del trabajador (1973), que jugaría un papel importante en las grandes huelgas y movilizaciones de 1977 –el “mayo del 68” italiano–.

Al analizar las divisiones del operaismo italiano en los años 1970, Toni Negri distingue dos corrientes principales: los “escolásticos tomistas” (Panzieri, Tronti, Cacciari), que insisten en la “autonomía de la política” y el papel hegemónico del Partido, y los “ Agustinos” (Negri y sus amigos), que creen en la autonomía de los trabajadores y se oponen tanto al capitalismo como a cualquier intento de hegemonía por parte de un Partido o una Iglesia. Curiosamente, Antonio Gramsci estaba ausente de su horizonte intelectual en aquel momento –incorrectamente asimilado al PCI– y sólo sería descubierto, tardíamente, durante una estancia en… ¡París, en 1978!

A Autonomía del trabajador se opuso directamente a la propuesta de Enrico Berlinguer, secretario general del PCI, de un “compromiso histórico” con la Democracia Cristiana y, en un panfleto de 1977, Toni Negri elogió el sabotaje como “la clave fundamental de la racionalidad de la clase trabajadora”. Pero se oponía al militarismo amoral y verticalista de Brigadas Rojas (BR), quienes iniciaron en esa época sus prácticas de “ejecutar enemigos”.

Toni Negri rechaza categóricamente el homicidio político: “Nunca matamos. Dejamos el asesinato al Estado”. En sus escritos comienza a defender la tesis del “trabajador social”, que ya no se limita a las fábricas, sino que se extiende a toda la vida social urbana. Durante una estancia en París en 1978, enseñó en la Escola Normal de la Rue d’Ulm –un seminario sobre Antonio Gramsci con Robert Paris– y conoció a Félix Guattari, Gilles Delleuze, Jacques Rancière, Guy Hocquenghem y Alain Krivine (entre otros).

Aprehensivo al enterarse del secuestro de Aldo Moro por Brigadas Rojas, Toni Negri se suma a los intentos de presionar a los “brigadistas” para que liberen a Moro. En vano, porque, como sabemos, Aldo Moro sería asesinado por sus secuestradores. Poco después, el filósofo sería detenido (1979), bajo la absurda acusación de ser “el cerebro intelectual de las Brigadas Rojas” y, por tanto, responsable del asesinato de Aldo Moro.

Este arresto sería el comienzo de un interminable calvario judicial y carcelario para el filósofo. Condenado en una lamentable farsa judicial, pasaría cuatro años y medio de prisión. Estando aún en prisión sería elegido diputado; Liberado provisionalmente pero amenazado con un nuevo arresto, Toni Negri optó por el exilio en Francia, donde pasó varios años enseñando en la Universidad de París VIII.

3.

En 1997, Toni Negri decidió regresar a Italia, a pesar de la pena de prisión que le esperaba en su país, con la esperanza de que su regreso provocara un debate que condujera a una amnistía general para los (miles de) presos políticos italianos. Fue un raro acto de valentía y generosidad… El filósofo fue recibido en el aeropuerto de Fiumicino por “una feria de policías, perros y periodistas” e inmediatamente encarcelado en la prisión de Rebbibia, en Roma.

Marco Pannella, Rossana Rossanda, Toni Negri y Jaroslav Novak

El escritor Erri de Luca le rindió en aquella ocasión un conmovedor homenaje público: “Querido Toni Negri, que preferiste la cárcel en Italia a las universidades del otro lado del mundo (…) Quiero agradecerte ante todo tu sacrificio. Devuelves el honor a un país cuyo único orgullo es un ejercicio de contabilidad”.

El sueño de amnistía del filósofo optimista resultó ser una ilusión, y Toni Negri fue condenado a ocho años y medio de prisión… Pero no se rindió y acabó escribiendo el libro. Imperio tras las rejas, con su amigo Michael Hardt. Las principales –y controvertidas– tesis de este libro son bien conocidas: el Imperio es el mercado capitalista global, que ya no reconoce fronteras nacionales; su principal adversario ya no es el trabajador industrial de masas, sino el trabajador inmaterial, cognitivo y a menudo precario, que está destinado a volverse hegemónico.

El propio Toni Negri notó el excesivo optimismo de esta obra e incluso pensó en no publicarla… De hecho, fue un gran éxito, transformando al filósofo encarcelado en una “estrella” internacional. Después de dos años, se le concedió la libertad provisional, bajo constante vigilancia policial, con registros nocturnos de su domicilio. Fue durante este período que Judith Revel, una brillante estudiante universitaria francesa, se convirtió en su compañera de vida.

4.

Impedido de ejercer actividad política, observó con esperanza los acontecimientos en Italia: el movimiento de las “batas blancas” y la gran manifestación alterglobalista en Génova en 2001, sangrientamente reprimida por una verdadera guerra de Estado contra el movimiento social. No fue hasta 2003 que finalmente sería liberado. es finito chicos! – después de cumplir un total de once años de prisión. Desilusionado por el retroceso de las luchas en Italia y en conflicto con sus antiguos discípulos, decidió regresar a París e instalarse, con su compañera Judith, en Francia.

Después de recuperar finalmente su pasaporte, ahora podía viajar, un viejo sueño hecho realidad. Viajó varias veces por América Latina, especialmente a Brasil y Venezuela, “más para aprender que para hablar de mí mismo”. Hugo Chávez le rindió homenaje como uno de los inspiradores de la Revolución Bolivariana, con su libro sobre el poder constituyente. También fue invitado a visitar China, donde tuvo una (decepcionante) reunión con representantes del Comité Central del PCC. Aunque admira el deslumbrante posmodernismo de Shanghai, cree que “el Termidor del PCC desarrolló el capitalismo antes de desarrollar la democracia”…

En 2004 se publicó su segundo libro con Michael Hardt, Multitud, que también provocó muchos debates y controversias. Francis Fukuyama se apresuró a proclamar Amazon.com: La multitud y la guerra (Spanish Edition): 9789684117006: Toni Hardt Michael, Negri: Librosque la multitud de la que habla Negri es “una horda bárbara que quiere destruir el mundo civilizado”… El significado del concepto, de origen spinozista, no es fácil de definir: ahora es el único Categoría de trabajadores cognitivos -precarios-, ahora lo son todos los trabajadores, materiales e inmateriales, mujeres y razas oprimidas. Para Negri, la multitud es la nueva forma de operaismo, la universalización del teoría italiana de los años 1960-1970.

Hostil a toda forma de nacionalismo, Toni Negri afirma con orgullo: “Nunca me he alejado del internacionalismo en mi vida como comunista”. Esto le llevó a depositar grandes esperanzas en Europa, hasta el punto de apoyar el “Sí” en el referéndum francés sobre la nueva Constitución (neoliberal) de Europa, en 2005. Fue en este contexto que escribió un folleto, Adiós señor socialismo (2006), que él mismo rechazó más tarde como un libro “triste” –la crítica más dura, en su vocabulario spinozista…

Pero en 2009 apareció un nuevo libro importante con Michael Hardt, Maori, denunciado por Wall Street Journal parte un libro oscuro y malvado. Para él, esta teoría de los comunes es una “ontología marxiana de la revolución” y un primer paso hacia un programa político de la multitud. Considera que el movimiento italiano por la defensa del agua como bien común es un ejemplo notable de ello. Maori. Al igual que sus predecesores, este libro sería un gran éxito, pero el año 2010 fue un dosis horribilis para Toni Negri: sus amigos y discípulos italianos, organizados en el movimiento Uninomad, decidió excluirlo e intentó un enfoque “oportunista y cínico” con Danny Cohn-Bendit y los Verdes alemanes.

En agosto de 2013, Toni Negri celebra su 80 cumpleaños. Este obstinado optimista reconoce que el comunismo aún no ha vencido, pero espera que las generaciones más jóvenes cumplan esa misión y les desea ¡Buena suerte!

5.

La última parte de su autobiografía de 2020 se titula de senecute (De la vejez). Se trata de una especie de reflexión filosófica sobre su experiencia como comunista, inspirada en Spinoza, Marx y los postestructuralistas franceses (Deleuze-Guattari, Foucault) y hostil a Rousseau, Hegel y la Escuela de Frankfurt. Contra la melancolía y el pesimismo de este último –una especie de polo negativo para Toni Negri– proclama, con Spinoza, la fuerza de hilaritas, el poder liberador de la risa y la espontaneidad, sin los cuales la revolución no puede respirar.

Asamblea - Michael Hardt Y Antonio Negri | MercadoLibreLa avanzada edad no impide que Toni Negri piense y escriba: su último libro con M. Hardt, Asamblea (2017), proclama la superioridad de los movimientos sociales sobre los partidos y la democracia directa sobre la democracia representativa. La organización por excelencia de esta forma de ejercicio democrático es la asamblea. Para pasar de las organizaciones locales a la escala de una región, un país o un continente, Toni Negri y Michael Hardt proponen estructuras federativas y “asambleas de asambleas”.

En un posescrito bastante… melancólico, titulado “Pascua 2020”, Toni Negri concluye: fuimos derrotados – il combustibile si esaurito. Observa que los trabajadores, como clase, están divididos y relativamente impotentes. Sin embargo, no renuncia a la resistencia y a la lucha: en la crisis hay que poner fin a la era del sectarismo y las divisiones. La consigna para esto es: “¡Todos juntos”! Con la Internacional Comunista de Trabajadores como horizonte. Estas son las últimas palabras de este fascinante libro, que puede verse como su testamento político.

*Michae Lowy es director de investigación en sociología en el Centro Nacional de Investigación Científica (Centre national de la recherche scientifique, CNRS) de Francia. Autor, entre otros libros, de Marx, ese desconocido (boitempo).