Racismo estructural en Brasil: los buitres  del mercado

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 Antonio Martins Soares Santana

Hoy, la cultura política de Brasil es racista, misógina” - CLACSOLas elecciones presidenciales en Brasil que tuvieron lugar el 30 de octubre del año en curso tuvieron un resultado favorable para la izquierda política, principalmente el PT (Partido de los Trabajadores), que a lo largo del gobierno derrotado, llamado bolsonarismo, después de haber recibido un golpe político legal en 2014, en el gobierno de Dilma Rousseff, finalmente celebró la victoria.

La aplastante derrota de la extrema derecha bolsonarista en Brasil no sólo fue un logro del país más grande en superficie de Sudamérica, sino que es una gran victoria para toda América Latina, al sucumbir ante el ascenso de esta derecha radical y ultraconservadora que se venía consolidando en todo nuestro continente.

El derrotado presidente había intentado en todas sus maniobras deconstruir y derrotar a los partidos de izquierda de los países latinoamericanos, utilizando siempre ideas y argumentos que desprestigiaban a Venezuela, Argentina y Cuba como países del eje del mal. Sin embargo, los pueblos de América Latina y Centroamérica destruyeron toda la ideología extremista que intentaba radicalizar nuestro continente desde principios del siglo XXI.

Sin embargo, todavía en los primeros momentos de esta victoria simbólica, que todavía se celebra con alegría, los buitres del mercado financiero se han alzado para imponer al gobierno recién elegido una agenda de restricción financiera para satisfacer las necesidades de las masas pobres que dependen de un mínimo de ayuda económica del gobierno para sobrevivir (el “Techo de Gasto”). Bastó que el presidente electo Luiz Inácio Lula da Silva dijera en una entrevista que su gobierno estaría orientado a incluir a los pobres en el presupuesto, para que el mercado reaccionara con nerviosismo ante tal declaración del futuro mandatario, que asume el 1 de enero de 2023.

Cabe señalar que esta ayuda financiera fue un tema para ambos candidatos, tanto el que ganó, Lula, como el derrotado Jair Bolsonaro, quien pasó toda su campaña argumentando que otorgaba 600,00 reales (unos 120 dólares) como ayuda para los más pobres, y también hizo otras promesas, como la exención del impuesto sobre la renta para los que reciben hasta cinco mil reales al mes, aunque fue criticado y desmentido por su oponente, que dijo que en la ley de presupuesto para el próximo año tales valores no estaban garantizados por la “LOA”, Ley de Presupuesto Anual, lo que parece confirmar que todo era un plan para obtener votos.

Sin embargo, en el gobierno de transición del presidente electo Luiz Inácio Lula da Silva, el equipo está tratando de mantener las promesas de campaña, entre las que se encuentra la ayuda garantizada de 600 reales más 150 (unos 30 dólares) para cada mujer pobre desempleada que tenga hijos de hasta seis años. Sin embargo, cuando señaló que mantendría esta propuesta, fue suficiente para que el mercado reaccionara en contra.

La prensa corporativa, un instrumento ideológico de la élite financiera, reunió esta semana a los principales economistas liberales de Brasil para oponerse al sesgo pro-pobre del gobierno recién elegido. Desde entonces, Lula, aún sin recibir el mandato, ya ha sido presionado por este ejército neoliberal para que retroceda en su agenda económica, porque si lo hace, no hay o no habría forma de no romper el techo económico. Sin embargo, el candidato derrotado, para ser reelegido presidente, es acusado de haber detonado demasiado el mencionado techo, sin embargo, el mencionado mercado en ningún momento estuvo tenso ni nervioso.

El derroche de ese gobierno fue tanto que el presidente electo Luiz Inácio, Lula, dijo en una entrevista que no competía con un opositor, sino con la maquinaria estatal del Estado brasileño, porque acusan a su contrincante, Bolsonaro, de haber sancionado como ley un presupuesto secreto, recursos que estarían destinados a supuestas compras de votos de sus diputados aliados.

Los buitres del sistema financiero[i], los economistas liberales, impugnando esta semana las propuestas del presidente electo Lula de incluir a los más pobres en el presupuesto, parecían los sacerdotes del dios Sokar del antiguo Egipto, protegiendo los graneros que almacenaban los excedentes de grano y de producción de alimentos para, supuestamente, los rituales de las deidades de ese antiguo imperio. Sin embargo, todo ese celo por parte de los sacerdotes, que conocían toda la estructura económica de Egipto, no era más que un señuelo, porque, en realidad, no había ningún dios, y ellos lo sabían, lo que realmente existía era una ideología religiosa para poder obligar a los esclavos y a los pequeños comerciantes y agricultores a trabajar para sostener la corte de los faraones y a los sacerdotes que sobrevivían del trabajo de los esclavos.

En el mundo actual de la política brasileña parece que los sacerdotes del dios Sokar, (economistas liberales) mercado financiero[ii] , junto con los banqueros magnates están tensos y nerviosos como alcahuetes del visir de Egipto, hoy, alcahuetes del mercado. Una raza de víboras, que siempre se deleita con las miserias de la población empobrecida. Sin embargo, Lula y todo su equipo son optimistas de que en su gobierno habrá espacio para incluir a los miserables en el presupuesto. Incluso porque Brasil es una potencia en la exportación de alimentos. De hecho, esta era la lógica que subyacía a la deforestación del Amazonas, transformando la selva en pastizales para la cría de ganado. Parece que el nuevo presidente no renunciará a su propuesta política de incluir a los pobres en el presupuesto económico de Brasil.

Notas

1“Los devotos de los mercados creían firmemente en una especie de ley de Say: la oferta de mano de obra crearía su propia demanda. Para los capitalistas que prosperan sobre la base de los bajos salarios, el alto desempleo puede incluso suponer un beneficio, ya que ejerce una presión negativa sobre las demandas salariales de los trabajadores. Para los economistas, sin embargo, los trabajadores desempleados demuestran el mal funcionamiento de una economía, […], pero sea esto cierto o falso, el hecho es que el mito de la economía autorregulada está prácticamente extinguido.” (POLANYI 2001 p. 12 – 13)

 

2 Nunca ha habido una auditoría de la llamada deuda pública en Brasil, en realidad el pueblo no sabe cuándo empezó esta deuda, cuánto se ha pagado ya de ella y hasta cuándo se pagará. Sin embargo, la supuesta deuda no es más que un interés destinado a los burgueses del mercado financiero.

 

Referencia

POLANYI, Karl. La gran transformación. Río de Janeiro: Editora Contraponto, 2001

 

*Licenciado en Historia por la Universidade Leonardo  Da Vinci SC Uniasselvi Polo en Feira de Santana BA, Licenciado em Música por la UEFS-BA. Es  integrante de la Red Internacional de Cátedras, Instituiciones y Personalidades sobre el Estudio de la Deuda Pública (RICDP – www.ricdp.org)

 

 Versión en portuguésONU condena el ″racismo estructural″ en Brasil tras el asesinato de un hombre afrobrasileño | El Mundo | DW | 24.11.2020

O racismo estrutural no Brasil:

Os carniceiros do mercado

Antonio Martins Soares Santana

A eleição presidencial do Brasil ocorrida no dia trinta de outubro do ano em curso teve o resultado favorável à esquerda política, principalmente ao PT (Partido dos Trabalhadores) que ao longo do governo derrotado, denominado de Bolsonarismo, após ter recebido um golpe jurídico político em 2014, no governo de Dilma Rousseff, finalmente comemorou a vitória.

A derrota acachapante sobre a extrema direita Bolsonarista no Brasil não foi uma conquista unicamente do maior pais em extensão de terra da América do Sul, porém, é uma grande vitória de toda a América Latina, pois, sucumbiu à ascensão dessa direita radical, ultraconservadora que vinha se consolidando em todo o nosso continente. Pois, o presidente derrotado vinha em todas as suas manobras tentando desconstruir e derrotar os partidos de esquerda dos países da América Latina, sempre utilizando ideias e argumentos que depreciavam a Venezuela, a Argentina e Cuba como países do eixo do mal. Porém, os povos latino americanos e da América Central destruíram toda a ideologia extremista que vinha tentando se radicalizar em nosso continente desde o início do século XXI.

Entretanto, ainda nos primeiros momentos dessa simbólica vitória em que ainda se comemora com alegria, os abutres do mercado financeiro se levantam para impor ao governo recém eleito uma pauta de restrição financeira para atender às necessidades da massa pobre que depende de um mínimo auxilio econômico do governo para sobreviverem (Teto de Gasto).

Bastou o Presidente eleito Luiz Inácio, o Lula, falar em entrevista que o seu governo seria voltado para incluir os pobres no orçamento, foi o suficiente para que o mercado reagisse nervosamente contra tal declaração do futuro Presidente que toma posse de seu mandato no dia primeiro de janeiro de 2023. Salientando, que o referido auxílio financeiro foi pauta de ambos os candidatos, tanto do que saiu vitorioso, Lula, assim como do derrotado Jair Bolsonaro que fez toda a sua campanha argumentando que ele concedeu 600,00 reais como auxílio para os mais pobres, e ainda fazia outras promessas, tal como a da isenção de imposto de rendas para quem recebe até cinco mil reais por mês, ainda que o mesmo vinha sendo criticado e desmentido pelo seu adversário que afirmava que na lei orçamentária para o ano que vem tais valores não estavam garantidos pela ‘LOA’, Lei Orçamentária Anual, o que parece confirmar que tudo não passava de um plano para obtenção de votos.

Entretanto, no governo de transição do presidente eleito Luiz Inácio Lula da Silva, a equipe busca cumprir as promessas de campanhas, entre as quais estão garantidas a do auxílio de $600,00 mais $150,00 para cada mulher pobre desempregada que tem filhos de até seis anos de idade. Porém, ao sinalizar que vai manter tal proposta foi o suficiente para que o mercado reagisse contra.

A imprensa corporativa instrumento de ideologização da elite financeira reuniu essa semana os economistas liberais de nomes no Brasil para se oporem a tal inclinação do novo governo eleito em favor dos mais pobres. Desde então, Lula até mesmo sem receber o mandato já vem sendo pressionado por tal exército neoliberal para recuar de sua pauta econômica, pois, se assim for não tem ou teria como não furar o tal teto econômico.

No entanto, o candidato derrotado, para que se reelegesse presidente, é acusado de ter detonado o referido teto em demasia, entretanto, o referido mercado em momento algum se mostrou tenso ou nervoso. A farra da gastança do referido governo fora tanto que o presidente eleito Luiz Inácio, Lula, chegou a dizer em entrevista que ele não competiu não foi com um adversário, porém, com a máquina estatal do Estado brasileiro, pois, acusam o seu adversário, Bolsonaro, de ter sancionado como lei um orçamento secreto, recursos que seriam destinados para supostas compras de votos por parte de seus deputados aliados.

Os abutres do sistema financeiro[1], economistas liberais, essa semana contestando as propostas de inclusão dos mais pobres no orçamento por parte do presidente eleito Lula, pareciam os sacerdotes do deus Sokar do antigo Egito, protegendo os celeiros que armazenavam os excedentes da produção de grãos e alimentos para supostamente os rituais das divindades de tal antigo império.

Entretanto, todo aquele zelo por parte dos sacerdotes, que conheciam toda a estrutura econômica do Egito, não passava de um engodo, pois, na realidade, não havia deus algum, e eles sabiam disso, o que existia mesmo era uma ideologia religiosa para que forçassem os escravos e os pequenos comerciantes e pequenos fazendeiros a trabalharem para sustentar a corte dos faraós e dos sacerdotes que sobreviviam dos trabalhos dos escravos.

No mundo atual da política brasileira parece que os sacerdotes do deus Sokar, (economistas liberais) mercado financeiro[1], juntamente com os magnatas banqueiros se mostram tensos e nervosos como caguetes do vizir do Egito, hoje, cagutes do mercado. Raça de víboras, sempre se banqueteando das misérias da população empobrecidas. Entretanto, Lula se mostra com toda a sua equipe otimista de que em seu governo haverá espaço para incluir no orçamento os miseráveis.

Até mesmo porque, o Brasil é uma potência em exportação de alimentos. Inclusive, era essa a lógica que alimentava o desmatamento da Amazônia, transformar a mata em pastos para a criação de gado. Parece, que o novo presidente não vai desistir de sua proposta política voltada para incluir os pobres no orçamento econômico do Brasil.

Notas

1  “Os devotos dos mercados acreditavam piamente numa espécie de lei de Say: a oferta de mão de mão de obra criaria sua própria demanda. Para os capitalistas que prosperam com base nos baixos salários, o desemprego elevado pode até trazer um benefício, já que exerce uma pressão negativa sobre as demandas salariais dos trabalhadores. Para os economistas, no entanto, trabalhadores desempregados demonstram o mau funcionamento de uma economia, […], mas, seja isso verdadeiro ou falso, o fato é que o mito da economia autorregulada está praticamente extinto”. (POLANYI 2001 p. 12 – 13)

 

2 “Nunca houve uma auditoria da tal dívida pública no Brasil, na realidade o povo não sabe quando esta dívida iniciou, o quanto já se pagou dela e até quando vai se pagar. Entretanto, a suposta dívida não passa de juros que são destinados aos burgueses do mercado financeiro”.

 

 

Referência

POLANYI, Karl. A Grande Transformação. Rio de Janeiro: Editora Contraponto, 2001              

 *Licenciatura em História pela Universidade Leonardo    Da Vince SC Uniasselvi Polo em Feira de Santana BA, Licenciatura em Música pela UEFS-BA, é integrante da Rede Internacional de Cátedras, Instituições y Personalidades sobre o Estudo da Dívida Pública (RICDP – www.ricdp.org)