Argentina y el cambio climático: Glifosato, bioherbicidas, El Niño y La Niña

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Juan Guahán

El mundo, poco a poco, va tomando conciencia del veneno que encierra el glifosato. Diecisiete países, protegiendo a las personas y el medio ambiente, han prohibido el uso de este veneno. En Europa seis: Francia, Italia, Bélgica, Países Bajos, República Checa y Dinamarca. En África, sólo Malawi. En Asia dos: Viet-Nam y Sri Lanka. En Medio Oriente seis: Omán, Arabia Saudita, Kuwait, Emiratos Árabes Unidos, Bahrein y Qatar; en Centroamérica dos: Bermudas y San Vicente y las Granadinas.

En Argentina son varias las ciudades donde está prohibido: Bariloche, El Bolsón (Río Negro), Lago Puelo, Epuyén, Cholila (Chubut), General Alvear (Mendoza), Rosario, Rincón (Santa Fe), Concordia y Gualeguaychú (Entre Ríos). Dos provincias, Chubut y Misiones, también lo han decidido. La gravedad del uso de este producto del laboratorio de Bayer/Monsanto ha llevado a que, dentro del propio EEUU, alcaldías o instituciones como Key West, Los Ángeles, la Universidad de California y Miami, tomaran igual decisión.No más glifosato en Misiones: prohibieron el uso del herbicida para proteger el ambiente y la salud - RED/ACCIÓN

Cuando se estaba avanzando en esa dirección, intereses ligados a la búsqueda de ganancias más rápidas, poco afectos al esfuerzo de investigaciones superadoras, están poniendo el grito en el cielo por lo que está pasando con algunas producciones y la mencionada prohibición del glifosato.

Desde EEUU llega el aviso que, con motivo de tal prohibición en Misiones, y a partir del 2025, ese país podría llegar a suspender las compras del té misionero. En esa provincia se produce el 95% del té argentino y el 66% va a los EEUU.

Muchas veces se escucha hablar de la alianza de los poderosos de adentro y los tramposos de afuera, pero pocas veces aparece una evidencia tan clara como la que tenemos entre manos. Ellos no pueden permitir que –desde lo que consideran sus “colonias” o su “área de influencia”- ahora vengan a cuestionar sus negocios agroquímicos -uno de los sostenes de su economía- aunque éstos produzcan sustancias venenosas, que afectan la salud y la vida de las personas.

“La Niñatrajo sequía, “El niño”, inundaciones

Los fenómenos climáticos están sufriendo notables y variadas modificaciones. Entre algunas de esas características específicas se destacan que los extremos de los fenómenos de la naturaleza (movimientos sísmicos, tornados, tormentas, temperaturas, lluvias) se van produciendo más frecuentemente y con mayor intensidad.

Los fenómenos conocidos como “La Niña” y “El Niño” aparecen vinculados al nivel de calentamiento producidos en aguas del Océano Pacífico. Cuando está más caliente que lo habitual suele conocerse como “El Niño” y sus mayores efectos son la intensidad de las lluvias y las consecuentes inundaciones. Por el contrario, cuando las aguas están por debajo de lo que se considera normal, se dan las mayores posibilidades de menores precipitaciones, con las sequías que suelen acompañarlas.

La mayoría de laCambio climático: se multiplican las señales de alerta en el país y la Región - Ecomundos opiniones lo explican por el cambio climático, producido por el calentamiento global, en cuya gestación tiene enorme influencia la actividad humana.

Estos hechos tienen tal volumen e importancia que decisiones políticas se fundan en tales fenómenos. Así acaba de ocurrir con la aprobación de las rendiciones que Argentina le hizo al Fondo Monetario Internacional y las excepcionalidades que esa entidad reconoció por la sequía que padeció el país y su efecto sobre la vida económica argentina.

Esta perspectiva ha motivado que la naturaleza deba ser considerada cada vez con mayor seriedad, también a la hora de pensar en economía y producción. Hoy es una preocupación generalizada determinar de qué modo la actividad humana está en el origen y evolución de situaciones que para muchos son anormales, posiblemente porque no conocemos suficientemente la cadena de cuestiones -producidas por la actividad humana-, que se deben articulan para que puedan producirse,

En este sentido los negacionistas, particularmente los estados más poderosos y quienes están a su servicio, ahora saben que el mundo tiene conciencia de que su conducta es criminal y atenta contra la humanidad. No es un tema menor la relación existente entre algunos aspectos de la evolución de nuestra economía con el desarrollo de esos acontecimientos de la naturaleza.Fuerte temporal en Córdoba: inundaciones, destrozos y evacuados por la crecida de los ríos en Calamuchita y Río Cuarto | También afectó a la capital provincial | Página|12

Argentina padeció recientemente una sequía intensa y prolongada. La misma se inició en el 2020 y terminó a fines del primer trimestre de este año. Fue una de las más fuertes de los últimos 60 años y se dio, con lluvias menores a las esperadas, como parte del fenómeno de “La Niña”, afectando fuertemente a la producción agropecuaria.

A la fragilidad, ya tradicional en el -fuertemente primarizado- modelo económico argentino, hay que agregarle este fenómeno de la naturaleza que abarcó buena parte de los últimos años. Producto de este fenómeno y del agotamiento del nefasto modelo productivo, hay datos de la CEPAL y otros organismos nacionales e internacionales, que estiman que la caída del PBI, para este año, rondaría entre el 3 y 4%, en medio de una Latinoamérica que estaría creciendo con un promedio del 1,7%.

Estas y otras fuentes también evalúan que el próximo año también tendría –para la Argentina- resultados negativos, aproximadamente del 1,6%, mientras que  evalúan que el promedio para la región sería positivo, en el orden del 1,5%. La caída de la producción se dio con bastante fuerza en el campo y sus derivados de la agroindustria, no así en otros sectores como hidrocarburos, minerales y en la producción de bienes y servicios. Eso amortiguó en parte los efectos de la sequía.

Informaciones proporcionadas por el Instituto Nacional de Estad+isticas y Censos (INDEC) señalan que las exportaciones cayeron en el primer semestre de este año, respecto a igual período del año pasado, un 24,6%. Solo cuatro distritos se salvaron de esa debacle: Neuquén (por Vaca Muerta); Jujuy y Catamarca (por productos químicos y litio) y Ciudad Autónoma de Buenos Aires (por productos químicos)

*Analista político y dirigente social argentino, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)