La aspirocracia
“Prometo bajar los impuestos a los ricos y utilizar a los pobres como fuente barata de dientes para la grava de acuario.”/ Nixon
“¡Sí, que aprendan esos pobres!”/Fry
“¿Por qué lo apoyas, Fry? ¡Tú no eres rico!”/-Leela
“Cierto, pero algún día podría ser rico. Y entonces será mejor que la gente como yo tenga cuidado.”/-Fry[*]
Jonathan Báez Valencia
Las elecciones presidenciales en Ecuador han dejado una respuesta y varias interrogantes. El neoliberalismo libertario sigue, pero ¿Cómo? ¿Por qué? Son algunas de las preguntas que emergen y las determinantes “respuestas” no tardan en llegar y apuntan a los muy culpables, aquellos y aquellas con una agenda muy bien definida: las desigualdades como política pública, mantener a las y los ricos más ricos y las personas en situación de pobreza en peores condiciones. Y los menos “culpables” este último grupo poblacional que, quizá en lugar de señalar, es necesario investigar. Por supuesto, esto plantea incógnitas e hipótesis a postular. ¿Fueron las aspiraciones de los y las jóvenes? ¿Las personas en condición de pobreza aspiran a ser como las personas que los mantienen en esta situación? La más importante quizá ¿Cómo esta aspiración se corporizó en decisión? La aspiración de ser rico.
Estas cuestiones plantean un monumental esfuerzo de investigación, en especial de la última. Por otra parte, de las dos primeras existe un primer acercamiento que resulta interesante para iniciar. En efecto, si bien no son datos para Ecuador, es probable que retraten una situación que atraviesa a las personas (desde luego no como innato, sí como una construcción de los agentes de la desigualdad, motivo de otro análisis) sobre la aspiración a ser rico.
La organización LendingTree realizó una encuesta virtual a 2,000 personas en Estados Unidos en un rango de edad de 18 a 77 años en 2023.[1] Los resultados sobre si los estadounidenses creen que serán ricos en su vida indica que un 41% lo cree. Al desagregar dicha respuesta por nivel de ingresos entre las personas que no se consideran ricas (1.611), hay una ligera tendencia ascendente según el nivel de ingresos. Mientras más ingreso se tiene más creencia de que algún momento se alcanzará a ser rico.
Lo interesante es que la clase media alta,[2] según la encuesta personas con ingresos anuales entre $75.000 y $99.999 tiene un nivel más elevado de creencia con un 51%. Por encima de la clase alta con ingresos por encima de los $100.000.[3] Lo que parece aportar a la siempre presente hipótesis de una clase media aspiracionista que está dispuesta a todo para ser rica. Sin embargo, sería un poco laxo confirmar aquello a la luz de los datos antes presentados. Por otra parte, existen otras clasificaciones para observar la diferencia entre creencias por distintas características como el género y el estatus parental. No obstante, es en la clasificación de generaciones etarias que la tendencia está claramente marcada. Menos edad más aspiración de ser rico en algún momento de la vida.
Las generaciones etarias considerando su edad en años a 2023 son las siguientes: Z: 18 a 26; Millennial: 27 a 42; X: 43 a 58 y; baby boomer: 59 a 77. En el primer grupo poblacional, el 69% creen que serán ricos en algún momento de la vida. Es decir, que casi 7 de cada 10 lo consideran. Le sigue la generación Millennial con un 54%, lo que indica que más de la mitad cree que será rico. Y a partir de esta generación esta creencia baja rotundamente al 31% con la generación X, en la que solo 3 de cada 10 cree que será rico y en el último rango etario esta proporción desciende a tan solo 2 de cada 10.
Estos resultados indicarían que las personas entre 18 y 42 años tienen esta creencia, configurando así esta “Aspirocracia”. Con un peso más alto en el rango de edad entre 18 y 26 años (más de 10 puntos porcentuales). Y es en este punto en el que se deben abrir más interrogantes ¿Son las redes sociales? La llegada de estas plantea un paradigma interesante en relación a la posibilidad más cercana que esta población tiene de observar las prácticas de las personas ricas. Se observan videos de sus lujos, privilegios y más.
Escenas que antes no eran tan visibles o accesibles y que se viabilizaron por el surgimiento de las redes sociales. Algo que antes los ricos y ricas tenían muy reservado o accesible a partir de revistas con un alto costo económico para las personas que no pertenecían, pero querían observar cómo vive esta élite económica. Otra hipótesis sería un cambio en el repertorio de acción de las prácticas de esta élite de la opacidad al reconocimiento público. O quizás, se trata de una ficción en la que aún las prácticas de las élites económicas tanto locales como globales aún son un misterio y lo que se presenta son breves pinceladas de lo que una vida de rico o rica puede llegar a ser. Lo importante es que esta es una parte del rompecabezas.
En efecto, otra de las piezas que lo complementa son los que ofrecen las condiciones para llegar a ser rico y es en este punto cuando los grupos neoliberales libertarios, institucionalizados de una u otra manera, cumplen con el rol de legitimación de las prácticas de ricos y ricas para llegar a tener una vida de lujos: libertad, libertad para no pagar impuestos, libertad para precarizar a las personas, libertad para sacarles hasta el último centavo si eso representa una ganancia, mercantilizando la salud, educación, etc.
Y ¿Qué se interpone para alcanzar todo esto? El mayor rival: El Estado. Sin embargo, el avance que durante décadas han tenido y tienen este grupo es motivo de un análisis más profundo que será parte de la siguiente entrega de este análisis. Por lo pronto, están ya las cartas sobre la mesa, no así la baraja completa que debe seguir jugándose en esta mano de análisis. Por lo que, para concluir esta idea, tenemos una oferta: la vida de rico y; una demanda: los medios para serlo, acabando con el Estado desde su interior. Un cóctel peligroso y que en Ecuador también lo es, considerando que el electorado del país de personas de 18 a 29 años alcanza el 25% del total, casi 3,5 millones de personas aproximadamente.[4]
Una situación que probablemente desembocó en que Daniel Noboa, joven que sí es rico a sus 35 años por la herencia de su padre, a la vez herencia de su abuelo. Consolidada en el Grupo Económico a partir del no pago de impuestos, uso de paraísos fiscales[5] y precarización de sus trabajadores,[6] llegue a ser presidente.
Es entonces que la aspirocracia en articulación a otros factores pueden haber incidido en esta dirección, un año y más de la nueva generación del rancio neoliberalismo libertario. No obstante, esta sigue siendo una disputa y quizá el aspiracionismo puede convertirse en la aspiración de justicia social, de combate a las desigualdades, de aspiración de días mejores no solo para una élite sino para todos y todas, de una aspiración de vivir a plenitud. De tal manera que Fry aspire a sentirse cuidado por un Estado que lo protege de todo aquel que quiera destruir su bienestar.
Notas
[*] Futurama, temporada 7 capítulo 3 “Decisión 3012”.
[1] https://www.lendingtree.com/debt-consolidation/wealth-survey/#keyfindings
[2] Medida por estratificación de ingresos.
[3] Sería importante visualizar cuál es el nivel de ingresos de las personas que se consideran ricas, sin embargo, en el reporte no se muestra. No obstante, la encuesta es útil pues si bien tiene la limitación típica de las encuestas de no tener en cuenta a la élite económica, lo que es valioso es observar las percepciones de las personas que no pertenecen a este grupo poblacional. Por supuesto que también sería imprescindible observar la significancia a nivel de variables clasificatorias, sin embargo, se plantean tendencias a considerar.
[4] Ver: https://www.primicias.ec/noticias/seccionales-2023/campana-votantes-joven-ciudad-padron/
[5] Ver: https://coyunturauceiie.wordpress.com/2023/07/18/elecciones-2023-en-ecuador-candidatos-y-su-relacion-con-los-paraisos-fiscales/
[6] Ver documental: “Bonita: Bananos Feos” – Directora: Jan Nimmo en https://vimeo.com/19977489
- Unidad de Análisis y Estudios de Coyuntura del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Central de Ecuador