El proyecto petrolero de Alaska quedará obsoleto antes de que esté terminado

Emma Marris-The Atlantic

Si mañana el mundo cerrara el grifo de los combustibles fósiles, se desataría el infierno. Algo así como el 30 por ciento de la electricidad mundial y el 9 por ciento del transporte seguirían funcionando; miles de millones de personas estarían atrapadas en sus casas en la oscuridad.

Por eso, aunque los líderes mundiales ahora hablan constantemente sobre la transición de los combustibles fósiles, también se preocupan por asegurar un suministro de petróleo y gas para la próxima semana, el próximo mes y el próximo año. Pero en este momento también están dando luz verde a nuevos proyectos de combustibles fósiles que no comenzarán a producir energía durante años y no cerrarán sus operaciones durante décadas.

Es en este contexto que la administración Biden acaba de aprobar una propuesta muy controvertida para perforar en busca de petróleo en tierras federales en el norte de Alaska. El proyecto, llamado Willow, dañaría el complejo ecosistema de la tundra local y, según una estimación anterior del gobierno, liberaría anualmente la misma cantidad de gases de efecto invernadero que medio millón de hogares. La administración espera suavizar el golpe con un conjunto de restricciones a la perforación adicional en el área y en alta mar, como si dijera que Willow será el último gran proyecto de extracción en el Ártico de Alaska, un último gran logro, para impulsarnos a través de la brecha energética.

Pero el petróleo de los tres sitios de perforación aprobados hoy no comenzará a fluir hasta dentro de seis años. No abordará ninguna de nuestras preocupaciones sobre el suministro de la próxima semana, el próximo mes o el próximo año. De hecho, Willow probablemente no hará mucho de nada. Para cuando esté terminado, es posible que la brecha ya se haya cerrado en gran medida. Es posible que el mundo no tenga suficiente energía renovable para hacer funcionar todo para 2029, pero tendremos más que suficiente para mantener las luces encendidas sin perforaciones adicionales.

El sitio de Willow se encuentra en una porción de tierra de propiedad federal llamada Reserva Nacional de Petróleo en Alaska, al oeste del Refugio Nacional de Vida Silvestre del Ártico en la Ladera Norte del estado. ConocoPhillips, que tiene un contrato de arrendamiento a largo plazo del terreno, originalmente buscaba construir cinco sitios de perforación. Incluso después de que una demanda presentada por grupos ambientalistas empujara a la administración a retener la aprobación de dos de ellos, la declaración de impacto ambiental del gobierno federal para el proyecto calcula que Willow produciría unos 576 millones de barriles durante aproximadamente 30 años.

Los activistas dicen que esos barriles vendrán con aumentos tanto en las emisiones de gases de efecto invernadero como en la destrucción ambiental local. El bufete de abogados Earthjustice, que ha demandado al gobierno por elementos del plan, llama a Willow una ” bomba de carbono “. El Proyecto Willow también ha sido el objetivo de una vigorosa campaña de activismo en TikTok . Una carta de los líderes comunitarios más cercanos al sitio de Willow dice que el proyecto propuesto amenaza “nuestra cultura, tradiciones y nuestra capacidad de seguir saliendo a la tierra y las aguas”. El cambio climático ya está calentando el Ártico casi cuatro veces más rápido que el resto del planeta, y amenazando con derretir el permafrost de la Ladera Norte; de hecho, ConocoPhillips planea implementar dispositivos de enfriamiento llamados “termosifones” para mantener congelado el permafrost debajo de sus plataformas de perforación. (Ryan Lance, presidente de la compañía, dijo en un comunicado: “Willow encaja dentro de las prioridades de la Administración Biden sobre justicia ambiental y social, facilitando la transición energética y mejorando nuestra seguridad energética”).

Pero en un estado que durante mucho tiempo ha dependido de los ingresos del petróleo y el gas, Willow también ha recibido un vigoroso apoyo. Los líderes de Voice of the Arctic Inupiat, una coalición de líderes de North Slope Inupiat, dijeron en un comunicado que el proyecto significa “estabilidad económica generacional” para su región. ConocoPhillips estima que el proyecto produciría “2500 empleos de construcción y 300 empleos permanentes” y generaría entre $8 mil millones y $17 mil millones en ingresos para el gobierno. Los dos senadores republicanos y una congresista demócrata de Alaska coescribieron un artículo de opinión en apoyo del proyecto Willow. “Todos reconocemos la necesidad de una energía más limpia, pero existe una gran brecha entre nuestra capacidad para generarla y nuestras necesidades diarias”, escribió el trío bipartidista.

Es cierto que todavía no hay suficientes paneles solares, turbinas eólicas o vehículos eléctricos para abandonar los combustibles fósiles de golpe, y que la invasión rusa de Ucrania envió ondas de choque a través de la economía energética mundial que aún afectan los suministros y los precios. Pero asumir que este “estado de emergencia” persistirá es un error, dice Jennifer Layke, directora de energía global del Instituto de Recursos Mundiales. Además, Estados Unidos es ahora un exportador neto de petróleo. En 2022, exportamos cerca de 6 millones de barriles diarios, un nuevo récord. La decisión de proceder con Willow, me dijo Layke, es económica; “No se trata de la transición a las energías renovables”. Si lo fuera, dijo, probablemente no estaríamos perforando en el Ártico en este momento.

Dada la rapidez con la que aumentan las energías renovables, los expertos dicen que el mundo podría satisfacer sus necesidades energéticas sin perforar nuevos pozos. En mayo de 2021, la Agencia Internacional de Energía (IEA), una organización intergubernamental que rastrea y analiza el sistema energético mundial, elaboró ​​una ” hoja de ruta ” para lograr el objetivo de “emisiones netas cero en 2050”. El informe recomienda el fin inmediato de nuevos campos de petróleo y gas, además de la prohibición de nuevas minas de carbón y extensiones de minas, junto con inversiones masivas en energía renovable y eficiencia energética y un impuesto sobre el carbono. En este futuro, el suministro total de energía cae un 7 por ciento para fines de la década, en relación con 2020, a medida que se reorganiza la combinación de fuentes de energía, pero la mayor eficiencia energética compensa la diferencia.

El camino de la IEA es un poco utópico, porque asume que cada nación hace todo lo posible para descarbonizarse de una vez cuando es probable que la realidad sea mucho más complicada. Lo que nos lleva a otro argumento que los líderes políticos de Alaska han hecho a favor de aprobar Willow: “Necesitamos petróleo y, en comparación con los otros países de los que podemos obtenerlo, creemos que Willow es, con mucho, la opción más responsable con el medio ambiente”, escribieron. en su artículo de opinión. De hecho, cuando la Oficina de Administración de Tierras (BLM) realizó un ejercicio de modelado para estimar las emisiones asociadas con noperforando en el sitio de Willow, concluyó que solo el 11 por ciento de la energía total producida por el proyecto nunca se usaría en un mundo sin Willow y que menos del 10 por ciento de la energía no producida en Willow sería producida por gas natural o energía renovable. fuentes. La mayor parte del resto sería reemplazado por petróleo del extranjero.

Sin embargo, el modelo BLM se basa en la apariencia del mercado energético en el pasado, no en la forma en que se perfila para un futuro más verde. El informe lo admite y dice: “Los sustitutos energéticos de Willow pueden verse significativamente diferentes en un futuro con bajas emisiones de carbono”. No se tiene en cuenta si otros países productores de petróleo también podrían, en el transcurso de las próximas décadas, eventualmente decidir limitar o terminar su producción de combustibles fósiles. El modelo tampoco incluye el efecto de que Estados Unidos mantenga o pierda la autoridad moral que podría necesitar para ayudar a negociar un acuerdo de cooperación global sustantivo para promulgar tales límites.

Incluso el propio modelo de BLM, que asume de manera un tanto absurda que “las regulaciones y los patrones de consumo no cambiarán a largo plazo”, nos dice que la aprobación de Willow aumentará el uso total de energía global y desplazará al menos parte de la energía que podría haberse generado limpiamente, todo para producir petróleo que, según los expertos, simplemente no necesitamos para cerrar ninguna “brecha” entre nuestra situación actual y el futuro más verde que tenemos por delante. Cada día, la brecha se hace más estrecha. Movimientos como la aprobación de la Ley de Reducción de la Inflación solo lo están comprimiendo aún más, ya que los incentivos monetarios para construir infraestructura de energía renovable y comprar autos eléctricos hacen su magia en el comportamiento colectivo de los estadounidenses.

La AIE pronostica que el mundo agregará tanta energía renovable en los próximos cinco años como lo hizo en los últimos 20. Si las energías renovables siguen creciendo al ritmo actual, proyecta que la energía renovable representará el 38 por ciento de la electricidad mundial para 2027— dos años antes de que el aceite de sauce finalmente comenzara a fluir. Agregue una importante reducción de la demanda a través de mejoras en la eficiencia energética y la electrificación del transporte, y nuestras necesidades restantes de combustibles fósiles se cubrirán fácilmente con los sitios de perforación existentes. Olvídese de no necesitar Willow al final de su vida útil de 30 años. Será obsoleto antes de que se corte la cinta.