China: Información e Inteligencia Artificial en la Economía Planificada
Marco regulatorio del origen de Deepseek
Gustavo A. Girado (He Guangsi)

China tiene muchas agencias reguladoras y operan de manera inconsistente. Sin embargo, cuando comienzan a operar, hay un patrón claro: los reguladores pueden ser muy laxos, incluso permisivos, en el desarrollo de una industria, especialmente cuando el producto o servicio cuenta con apoyo político y económico del gobierno para promover su crecimiento y expansión.
Luego, a medida que cambian las circunstancias específicas, estas agencias pueden volverse muy estrictas. Por ejemplo, en los primeros días del desarrollo de la tecnología de consumo en China, los reguladores se opusieron firmemente a la regulación estricta de dichas empresas tecnológicas chinas (como Alibaba), que enfrentaron muchas quejas de competidores (como JD.com) cuando salieron a bolsa.
En las primeras etapas del surgimiento de una industria, el sistema regulatorio carece de controles y equilibrios, lo que da a los reguladores vía libre para decidir cómo regular las actividades de estas empresas en una industria donde aún no existen reglas y modelos básicos.
Consumo
Analicémoslo más precisamente desde una perspectiva macroeconómica: China viene intentando (desde los cuatro planes quinquenales) hacer del consumo personal la variable de demanda que impulse la economía, sustituyendo la importancia de las exportaciones y de la inversión pública. Este punto en sí mismo merece otro artículo, pero lo menciono porque es esencial entender por qué China primero promovió y luego restringió las tecnologías diseñadas para impactar al sector público de consumo.
A principios de la década de 2010, las prioridades políticas de China favorecían firmemente las empresas tecnológicas que la gente consume., y por eso los reguladores son muy tolerantes con estas empresas, e incluso muestran una inacción total cuando se enfrentan a fusiones. En este sentido, el gobierno envió una fuerte señal política en 2015 cuando lanzó la iniciativa “Internet Plus”, un plan quinquenal destinado a mejorar las industrias tradicionales de producción y servicios mediante la integración de big data, computación en la nube y otras tecnologías de Internet de las cosas ( IoT ).
Por ello, algunos autores han señalado que la tecnología de consumo proporciona un caso de estudio perfecto en un tema en el que podemos observar todo un ciclo regulatorio, desde una temprana ausencia de regulación hasta una posterior “represión” cuando se restringe el comportamiento de las empresas tecnológicas.
Hace exactamente dos años (13 de febrero de 2023), la Administración Estatal de Regulación del Mercado ( SAMR , el regulador antimonopolio) celebró su conferencia anual de trabajo antimonopolio y determinó sus objetivos de mantener una “línea de seguridad de desarrollo” y fortalecer el “efecto de vínculo” con el mercado internacional. La medida señala un cambio en el enfoque del gobierno chino en el sector tecnológico.
Tecnología financiera
Cuando la Administración del Ciberespacio de China ( CAC ) propuso su primer borrador de reglas para gestionar la inteligencia artificial ( IA ) generativa, estas eran realmente muy estrictas. La industria presentó muchas quejas, por lo que las regulaciones y restricciones más duras se suavizaron en el borrador final, lo que posiblemente envíe una fuerte señal política de que la facción pro desarrollo está triunfando sobre la facción pro regulación dentro del organismo regulador.
Durante ese período de promoción o facilitación del desarrollo, el sector privado tuvo un lugar en la mesa para determinar estos esquemas, por lo que tanto Jack Ma (Alibaba) como Pony Ma (fundador y CEO de Tencent ) participaron activamente en la elaboración de la definición oficial de cómo debería operar la industria, haciendo que las empresas tecnológicas chinas participaran en el proceso de formulación de políticas.
Entienden las prioridades del gobierno y están pidiendo apoyo político que impulse el crecimiento de las empresas de tecnología de consumo que son fundamentales para mejorar la economía de China. Entonces (y ahora intentemos conectar los puntos) el período de “represión tecnológica” de 2015 a 2020 fue de hecho un auge para la tecnología de consumo china, con un fuerte apoyo gubernamental. Más precisamente, a partir de finales de 2020, el gobierno chino reforzó su supervisión de la industria fintech, afectando a algunos grandes grupos de Internet y obligándolos a cumplir estrictamente con las regulaciones locales después de años de rápida expansión, lo que también aumentó la presión regulatoria.
Permítanme detenerme un momento: hace unos cinco años, Jack Ma era un símbolo del notable crecimiento económico de China, y el empresario más rico y famoso del país estaba a punto de convertirse en uno de los hombres más ricos del mundo. Durante este crecimiento y expansión, su empresa Alibaba creó Alipay, que marcó el comienzo de la era de los pagos móviles, y estableció Ant Group (su brazo de tecnología financiera), que se espera que supere la cotización récord del gigante del comercio electrónico Alibaba en su tan esperada oferta pública inicial ( IPO ).
En aquella época, los medios de comunicación lo veían como el Bill Gates o el Steve Jobs de China, un modelo empresarial al estilo occidental. Sin embargo, incluso antes del desastroso discurso de Jack Ma en octubre de 2020 (cuando criticó la decisión de aumentar la regulación financiera de su negocio) y la cancelación de la IPO de Ant Group (los reguladores la prohibieron 48 horas antes de que tuviera lugar), Pekín ya tenía un incentivo para frenar a las empresas fintech, un punto que queremos destacar para entender el contexto en el que surge DeepSeek .
La aplicación de estas regulaciones se refleja en el desacuerdo entre Ant Group y el Banco Popular de China ( PBOC ), o en los escándalos financieros que involucran a Anbang Group y Tomorrow Group (que controla Baoshang Bank).
Regulación
Un vistazo a las respuestas regulatorias muestra que, en todos los casos, el gobierno tiene razones buenas y legítimas para perseguir a estas empresas. El gobierno también anunció nuevas leyes de privacidad, revisó las regulaciones sobre las transferencias transfronterizas de datos, introdujo nuevas medidas para la industria del juego y prohibió que ciertos tipos de contenido se muestren en Internet.
Pero ¿por qué está particularmente preocupado el Banco Popular de China ( PBOC )? Porque la misión del Banco Popular de China no es sólo servir como banco central, sino también garantizar la estabilidad financiera. Si a Ant Group le ocurriera algo parecido a lo que le ocurrió al Baoshang Bank, el Banco Popular de China tendría que intervenir para rescatarlo.
Desde 2018, el Banco Popular de China ha emitido regulaciones para fortalecer la supervisión de las empresas de tecnología financiera y espera implementar requisitos de reserva de capital más estrictos para garantizar que empresas como Ant tengan suficiente “respaldo”. Debido a estas regulaciones, la inversión y el financiamiento en la industria de Internet de China cayeron significativamente en el primer trimestre de 2022, un 42,6% menos que en el trimestre anterior y un 76,7% menos que en el mismo período de 2021, según un informe de la Academia de Tecnología de la Información y las Comunicaciones de China (Caict).
Los servicios financieros de las empresas tecnológicas (como Mercado Pago de Galperín ) y la consiguiente falta de regulación han dado como resultado que empresarios privados (como Zuckerberg, Musk y Gates) obtengan acceso a información extremadamente importante que es fundamental para sus negocios en términos de calidad y cantidad. En particular, ahora que la TI es una rama autónoma de la industria, el crecimiento de su calidad (o su competitividad) depende de si tiene cada vez más información y luego mejora esta información para proporcionársela a los clientes.
El gobierno chino ha sido testigo de las consecuencias del acuerdo Cambridge Analytica-Facebook, así como del comportamiento monopolístico de las empresas estadounidenses en la Unión Europea y el impacto de los litigios posteriores. Por supuesto, también se presta atención a los esfuerzos regulatorios de las autoridades del Norte Occidental y las dificultades que enfrentan en un sistema donde los países a menudo quedan rezagados respecto de las empresas tecnológicas y sus intereses.
Debemos recordar que estas empresas salen adelante recopilando datos personales. El gobierno chino ciertamente se da cuenta de que los intereses colectivos prevalecen sobre los intereses personales de los capitalistas prominentes del país, quienes están al mando de grandes empresas que compiten con las compañías tecnológicas occidentales.
Además, Jack Ma fue pionero en los sistemas de pago digitales (su Alibaba dio origen a Alipay) y de allí se expandió hacia los microcréditos, que en ese momento no estaban regulados, poniendo en desventaja a los bancos públicos que no estaban equipados para este desarrollo, poniendo en peligro la solidez del sistema y activando todas las señales de alerta para los reguladores de seguridad financiera de China.
Inteligencia artificial en China
A nivel de políticas, si esta enorme cantidad de información termina enteramente en manos privadas, como sucede en Occidente, hay que evitarlo. Por supuesto, esta información es esencial para el funcionamiento de la industria, y China sabe que es necesaria, pero también sabe que el Estado no puede estar ausente porque tiene la responsabilidad de controlar cómo se utiliza esa información, quién se beneficia de ella y cómo igualar los beneficios de estas empresas poderosas y competitivas -que utilizan métodos como el registro del comportamiento individual (preferencias, hábitos)- para que la sociedad en su conjunto también pueda beneficiarse de ella.
En resumen, democratizar los beneficios a través de la regulación estatal para garantizar que las brechas de ingresos no se amplíen y que todos puedan beneficiarse del desarrollo tecnológico.
Estamos en el comienzo del ciclo de la inteligencia artificial ( IA ). Alrededor de 2018, los reguladores chinos comenzaron a prestar especial atención a la IA después de ver el enorme impacto político que podría resultar del incidente de Cambridge Analytica y cómo grandes plataformas como Facebook podían manipular el discurso público.
Esto marcó el inicio de investigaciones sobre empresas como ByteDance ( TikTok ), y fue la razón por la que la Administración del Ciberespacio de China ( CAC ) tomó la iniciativa en emitir legislación para regular los algoritmos de recomendación en 2021. Esta medida dio lugar a las llamadas políticas de “represión”, que han sido mencionadas muchas veces en los últimos años por The Economist y Foreign Affairs, enfatizando que China no puede ganar la carrera tecnológica porque el carácter supuestamente represivo de su gobierno y sus regulaciones sofocan el impulso y la imaginación de los empresarios chinos.
Creen que China ya ha perdido la carrera. Esto ocurrió hace apenas cinco años. En enero de 2022, con los esfuerzos conjuntos de nueve ministerios, el gobierno chino emitió un documento titulado “Opiniones sobre la promoción del desarrollo estandarizado, saludable y sostenible de la economía de plataforma”, reafirmando el compromiso del gobierno de regular las empresas de plataforma para prohibir comportamientos como el monopolio, la competencia desleal y el abuso de los datos de los usuarios.
Los controles sobre los algoritmos utilizados para recomendar contenido generado por IA son parte de una serie de medidas de China para regular la producción y difusión de información en línea: medidas destinadas a “regular” a las grandes empresas tecnológicas para disipar su ilusión de invencibilidad. En términos más generales, Beijing ha argumentado que las plataformas tecnológicas deberían actuar como buenos ciudadanos, asumir la responsabilidad principal por su contenido y el impacto de sus modelos de negocios y contribuir a los objetivos socioeconómicos y políticos generales del partido (esto debe enfatizarse).
En otras palabras, los intereses colectivos están por encima de todo. Esto significa que la rectificación desde 2020 se ha centrado en muchos de los excesos asociados a la industria tecnológica que han surgido gradualmente en el Norte occidental, que van desde el uso comercial de los datos de los usuarios por parte de las empresas (incluso la modelación ilegal de la subjetividad para inducir el comportamiento del usuario, lo que ha sido confirmado y probado), hasta las condiciones onerosas y anticompetitivas impuestas por las plataformas a los comerciantes externos.
China quiere evitar lo que hacen las empresas tecnológicas en las democracias liberales occidentales, en particular las consecuencias de que la información y los datos queden en manos de quienes buscan su propio beneficio. Más recientemente, DeepSeek ha demostrado que es posible seguir un camino propio, utilizar tecnologías no vanguardistas, cooperar con la regulación estatal y aspirar a lograr los intereses comunes de China (que ya son un asunto nacional), lo que podría constituir un modelo para lograr la política distintiva del presidente Xi Jinping de “prosperidad común”.