El genocidio del pueblo nativo yanomami
Antonio Martins Soares Santana
Brasil se ha convertido en los últimos días en el blanco de las expectativas de la comunidad internacional tras las fuertes denuncias y evidencias de que el indefenso pueblo yanomami lleva años sufriendo, pero que los últimos cuatro años del último gobierno parecen haber sido de deliberado abandono, lo que lleva a fuertes indicios de que se ha establecido una política genocida.
En realidad, los pueblos autóctonos de Brasil llevan luchando heroicamente contra sus invasores, los colonizadores, desde que los portugueses pisaron el país por primera vez en 1500. Desde entonces, cada día es una nueva batalla de este pueblo sin armas poderosas, sin medios modernos de tecnología para defenderse de los poderes internos y externos para seguir sobreviviendo.
La matanza practicada contra los pueblos originarios de Brasil es continua e histórica, la única diferencia para este específico es que está siendo denunciada en este momento, lo que causa extrañeza, ¿por qué los mismos medios, la élite, los corporativos, no hicieron esto hace unos días, sí, hace dos años? Nos queda este interrogante. Es desgarrador para cualquier ser humano, por malo que sea ver escenas e imágenes fuertes de crueldad contra personas vulnerables, niños, ancianos, jóvenes, abandonados a morir desnutridos y sin medicinas.
Lo que los equipos de rescate han presenciado para toda la humanidad son imágenes que, en pleno siglo XXI, se asemejan a las del holocausto judío practicado por Hitler en las cámaras de gas de los campos de concentración de la Segunda Guerra Mundial. Tal vez con mayor refinamiento de la crueldad, quién sabe, la certeza de que nunca serían descubiertos o alcanzados por la convicción de la impunidad, o la dificultad de probar que una población murió de desnutrición no dejaría ningún rastro de evidencia, ya que el gas no fue utilizado para eso, como los utilizados por el nazismo, y que no había marcas directas de tortura en sus cuerpos, tratando de afirmar que sus manos no tenían en esta matanza.
Sin embargo, la justicia divina para quienes creen en ella no dejó pasar desapercibida toda esta perversidad y crueldad. O quién sabe, los que en el fondo venían observando que tales hechos se estaban produciendo, pero quién sabe, las circunstancias de los resultados electorales del 30 de octubre eran inciertas para que se produjeran las denuncias. La realidad es que hay una sucesión de errores, fallos, connivencias sobre esta lamentable realidad.
La verdad está ahí ante los ojos del mundo entero, una población, acosada, oprimida, rehén de miles de mineros, verdaderos criminales, muchos pobres aventureros, fruto incluso de un Estado ausente y connivente con las cuestiones sociales, pero otros financiados por grandes y poderosos terratenientes que apoyaron políticamente al gobierno de extrema derecha que hace unos momentos fue derrotado en las urnas, que incluso después de la derrota, todavía trató de imponer un golpe de Estado el 8 de enero. Sin embargo, ¿cuál sería la situación si el expresidente Jair Bolsonaro, creador del movimiento ideológico Bolsonarista, hubiera sido reelegido?
Es lamentable comprobar que estos grupos de hordas de malhechores, además de haber exterminado a gran parte de esta población indefensa, han contaminado los ríos y manantiales con mercurio, producto utilizado para extraer oro. Pero no sólo se contaminaron los manantiales, también murieron los animales por la contaminación, lo que dificultó la supervivencia del pueblo yanomami, que vive de la caza y la pesca. El crimen cometido contra el pueblo yanomami debe ser castigado de manera ejemplar. Esto no puede quedar impune, pues hasta las estrellas del cielo claman justicia.
Cómo se fomenta el odio fascista contra los pueblos autóctonos
Para que ocurra una necropolítica (política de exterminio de poblaciones), es necesario que una red de ideología sea diseminada entre la población, principalmente por los menos ilustrados, cuya ideología permea los mayores periódicos y medios de comunicación, que muchas veces, consolidados a los intereses de grupos económicos fuertes, ayudan a derrocar gobiernos progresistas, principalmente cuando estos son aliados de la popularidad.
Esto es lo que ha ocurrido varias veces en la experiencia política en Brasil y por qué no decirlo en toda América Latina, una sucesión de golpes de Estado. Cuando las cuestiones no son favorables económica y políticamente a la derecha, se perpetra un golpe de Estado y las cuestiones políticas se ajustan por la fuerza de las armas, o del poder económico.
Es habitual en las charlas de sentido común cuando el tema son los indígenas escuchar opiniones como: los indios son unos vagos, quieren tierras ¿para qué? ¿Por qué hay que dar grandes territorios de tierras ricas a indios que no saben nada, para que se queden pintando y bailando? Los indios quieren ocupar tierras llenas de riquezas como oro, diamantes y otras riquezas ¿para qué? ¿Para impedir que Brasil explote sus riquezas? Pues bien, los indios, los pueblos originarios necesitan tierras, independientemente de que tengan oro, plata, diamantes o no; necesitan tierras porque antes de que llegara aquí ningún hombre blanco ya estaban allí, cuidando de sus bosques y viviendo entre su gente.
Con tales argumentos llenos de ideas de supremacía, prejuicios, negligencia, sarcasmo y fascismo se está construyendo una ideología y un sentimiento fascista contra su pueblo. Estábamos acostumbrados a escuchar todos los días chistes, falacias sarcásticas del gobierno pasado y de muchos de sus seguidores y votantes haciendo comentarios ofensivos y sarcásticos contra los pueblos indígenas, (originarios). Por lo tanto, no es de extrañar que el citado gobierno haya hecho pocos esfuerzos por adoptar políticas de ciudadanía y bienestar para el pueblo yanomami y la comunidad indígena en su conjunto.
Otra forma que favorece la diseminación de sentimientos fascistas y sádicos contra los pueblos nativos y también contra las minorías negras en Brasil es la falta de asignaturas como filosofía, sociología, antropología e historia en el currículo escolar. Esta idea de priorizar como necesarias para el currículo escolar las materias de ciencias exactas y portuguesas, no son suficientes para formar la conciencia de un pueblo aún en formación, que proviene de un trasplante de personas de diferentes naciones.
El pueblo brasileño es la reunión de varios grupos étnicos que se reunieron aquí en este territorio de los pueblos originarios, algunos por su propia voluntad de explotación, otros forzados por la imposición de la esclavitud. Educar a un pueblo así sin que este conocimiento esté guiado por el proceso educativo es una catástrofe en la formación de la ciudadanía. Principalmente porque la escuela brasileña es nueva, tardía, es precaria para que tengamos ciudadanos bien formados y con conocimiento de sí mismos. La universidad en Brasil es muy reciente.
Es urgente afirmar que tales crímenes contra el pueblo Yanomami deben ser castigados con el rigor de la ley si se demuestra que las acusaciones contra quienes los cometieron fueron intencionadas, negligentes o conniventes. Para que la humanidad pueda sentirse protegida y libre de personas abominables que tienen el valor de cometer semejante barbarie.
*Licenciatura em História pela Universidade Leonardo Da Vince SC, Campos de Feira de Santana BA. Licenciatura em Música pela UEFS-BA. É integrante da Rede Internacional de Cátedras, Instituições y Personalidades sobre o Estudo da Dívida Pública (RICDP – www.ricdp.org)
Versión en portugués
O genocídio ao povo originário yanomami
O Brasil tem se tornado alvo da expectativa da comunidade internacional nestes últimos dias após as fortes denúncias e evidências de que o povo indefeso Yanomami vem sofrendo ao longo de anos, mas que os últimos quatro anos do governo passado parece que o descaso fora proposital, o que leva fortes evidências de que foi estabelecido uma política genocida. Na realidade os povos originários do Brasil, lutam heroicamente contra os seus invasores, colonizadores, desde que os portugueses aqui pisaram com as suas botas em 1500. Desde então a cada dia é uma nova batalha dessa gente sem armas potentes, sem meios modernos de tecnologias para se defender de potências internas e externas para continuarem sobrevivendo.
O morticínio praticado contra os povos originários do Brasil é continuo e histórico, a única diferença para este especificamente é que está sendo noticiado nesse momento, o que causa estranheza, porquê a mesma mídia, a elite, corporativa não fizeram isto a alguns dias atrás, sim, a dois anos atrás? Fica esta interrogação para se questionar. É de partir o coração de qualquer ser humano, por mais ruim que seja enxergar senas e imagens fortes de crueldade contra pessoas vulneráveis, crianças, velhos, jovens, abandonados para morrerem desnutridas e sem medicamentos.
O que as equipes de socorros tem testemunhado para toda a humanidade são imagens que em pleno século XXI, se assemelham às do HOLOCAUSTO judaico praticado por Hitler nas câmeras de gás nos campos de concentrações da Segunda Guerra Mundial. Talvez com maior requinte de crueldade, quem sabe, a certeza de que nunca seriam descobertos ou alcançados pela convicção da impunidade, ou da dificuldade de provar que uma população morresse de desnutrição não deixaria rastos de provas, uma vez que para tal não se usou gás, como os utilizados pelo Nazismo, e que não houve marcas diretas de torturas em seus corpos,tentando afirmarque as suas mãos não tiveram nessa matança. Entretanto, a justiça divina para quem acredita nela não deixou que toda essa perversidade, e crueldade passasse desapercebida. Ou quem sabe, aqueles que no fundo vinham observando que tais fatos estavam ocorrendo, mas quem sabe, as circunstâncias dos resultados eleitorais de trinta de outubro estavam incertas para que as denúncias fossem feitas. A realidade é que existem uma sucessão de erros, falhas, conivências sobre esta lastimável realidade.
A verdade está lá patente aos olhos de todo o mundo, uma população, acossada, oprimida, refém de milhares de garimpeiros, verdadeiros marginais, muitos pobres aventureiros, fruto até mesmo de um Estado ausente e conivente para com as questões sociais, mas outros são financiados por grandes e potentes latifundiários que apoiaram politicamente ao governo de extrema direita que a poucos momentos caiu derrotado nas urnas, que mesmo, depois de derrotado, ainda tentou impor um golpe de Estado no dia oito de janeiro. Entretanto, como ficaria toada esta questão se o ex-presidente Jair Bolsonaro, o criador do movimento ideológico, bolsonarista estivesse sido reeleito?
Lamentável, é ver que os referidos grupos de hordas de malfeitores, além de terem exterminado uma grande parcela dessa população indefesa, poluíram os rios e nascentes com mercúrio, produto utilizado para a extração do ouro. Mas não foram só as nascentes que foram contaminadas, os animais foram também mortos por contaminação, o que torna difícil a existência de tal povo que vivem da caça e da pesca, mas ainda mais, destruíram as florestas preparando o território do povo para largas pastagens de gado. O crime praticado ao povo Yanomami tem que ter uma resposta punitiva exemplar a altura. Isto não pode passar impunemente, pois, até as estrelas celestes clamam por justiça.
Como é fomentado o ódio fascista contra os povos originários
Para que uma necropolítica, (política de extermínio de populações) ocorra é necessário que uma rede de ideologia seja disseminada entre a população principalmente, pelos menos esclarecidos, cuja ideologização perpasse pelos maiores jornais e canais midiáticos, que muitas das vezes consolidados aos interesses de grupos econômicos fortes ajudam a derrubarem governos progressistas, principalmente, quando este último se mostra aliado à popularidade. É o que ocorreu diversas vezes na experiência política do Brasil e porque não dizer em toda a América Latina, uma sucessão de golpes. Quando as questões não estão favoráveis economicamente e politicamente à direita perpetra-se um Golpe de Estado e as questões políticas se ajustam por forças das armas, ou do poder econômico.
É comum nos falatórios do senso comum quando o assunto é o povo indígena se ouvirem opiniões tais como, índio é preguiçoso, quer terra para que? Para que grandes territórios de terras ricas para índios que não sabem de nada, para ficarem se pintando e dançando? Índios querem ocuparem terras cheias de riquezas como ouro, diamante e outras riquezas para que? Impedir que o Brasil explorem as suas riquezas? Ora Índio, os povos originários precisam de terras independentemente, de nelas terem ouro, prata, diamante ou não, eles precisam de terras porque antes de qualquer homem branco chegar aqui eles já estavam, cuidando de suas florestas e vivendo entre a sua gente.
É com tais argumentos cheios de ideias de supremacia, preconceito, descaso, sarcasmo fascismo que vai se construindo uma ideologia e um sentimento fascista contra o seu povo. Nós estávamos acostumados a todos os dias ouvirmos piadinhas, brincadeiras de falácias sarcásticas do governo passado e de muitos de seus seguidores e eleitores a tecer comentários ofensivos e sarcásticos contra os povos indígenas, (originários). Portanto, não é surpresa saber que o citado governo pouca importância deu para adotar políticas de cidadania e bem estar ao povo Yanomami e a toda a comunidade indígena como toda.
Outra forma que favorece à disseminação de sentimentos fascistas, sádico contra os povos originários e também, ás minorias negras do Brasil é a falta de disciplina de filosofia, sociologia, antropologia e história no currículo escolar. Esta ideia de priorizar como necessárias para o currículo escolar as matérias de ciências exatas, e de português, não são suficientes para formar a consciência de um povo ainda em formação, que são oriundo de um transplante de pessoas de diversas nações. O povo brasileiro é o ajuntamento de diversas etnias que aqui neste território dos povos originários foram aglomerados, alguns, por vontade própria de exploração, outros, forçados pela imposição da escravidão.
Educar tal povo sem que estes conhecimentos sejam orientados pelo processo educativo é uma catástrofe na formação da cidadania. Principalmente, porque a escola brasileira é nova tardia, é precária para que tenhamos cidadãos bem formados com conhecimento de si mesmo. A universidade no Brasil é muito recente.
É urgente dizer que tais crimes contra o povo Yanomami se provado as acusações contra quem praticaram por dolo, por negligencia ou conivência devem tais culpados serem punidos com os rigores da lei. Para que a humanidade se sinta protegida e livre de pessoas abomináveis que tem coragem de praticarem tamanha barbaridade
*Licenciatura em História pela Universidade Leonardo Da Vince SC, Campos de Feira de Santana BA. Licenciatura em Música pela UEFS-BA. É integrante da Rede Internacional de Cátedras, Instituições y Personalidades sobre o Estudo da Dívida Pública (RICDP – www.ricdp.org)