Panorama Económico Latinoamericano – Del 1 al 8 de noviembre de 2023

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Intercambio colombo-venezolano llegaría a 800 millones de dólares este año

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Magaly Pérez

Es factible que el intercambio comercial colombo–venezolano llegue a 700 u 800 millones de dólares para finales de este año, según lo considera el presidente de la Cámara de Integración Económica Venezolano Colombiana, Cavecol, Luis Alberto Russian.

Al referirse a la afirmación del embajador de Colombia en Venezuela, Miltón Rengifo, quien señaló que el intercambio podría llegar a 700 millones de dólares, el presidente de Cavecol indicó que el embajador está siendo prudente al señalar esta cifra de $700 millones, lo cual es positivo.

Russian explicó que “veníamos de un proceso de reencuentro en que, incluso en este último año de intensa actividad binacional, el comercio formal de los dos países había caído mucho, pero venía creciendo de manera interanual, como un 90% de año a año del 2020-2021 y del 2021-2022.

Y en este año que se han hecho grandes esfuerzos, en Cavecol “pensamos que podía duplicarse el porcentaje en el intercambio, pero la verdad es que la realidad se impone entre las condiciones de Venezuela y las de Colombia, y el intercambio comercial sigue creciendo, pero no a la velocidad que lo hacía antes, quizás un 20%”, indicó.
El representante de Cavecol explicó que el año pasado el primer semestre cerró en alrededor de unos 440 millones de dólares, “que, por cierto es lo que se tiene para el período de enero a julio de este año, es decir, que ya entre enero y julio superamos la cifra del comercio formal del año pasado que cerró en 445 millones de dólares”.

Las exportaciones

Es importante destacar que en el primer semestre -de enero a julio-, respecto al año pasado, las exportaciones venezolanas hacia Colombia crecieron en 83%, alcanzando unos 85 u 86 millones de dólares de intercambio de Venezuela hacia Colombia, y “esto es importante porque la asimetría es significativa y nos damos cuenta de que se está haciendo un esfuerzo importante”.

Este intercambio se basa fundamentalmente en abonos, fertilizantes y productos agrícolas y, por las potencialidades de Venezuela, en úrea.

Según Russian, en la cámara venezolano-colombiana “estamos muy entusiasmados con la posibilidad de construir la relación porque en los últimos meses se ha hecho un esfuerzo importante para restablecer la comunicación y la confianza entre los dos países y los entes económicos de un lado y del otro de la frontera, pero para ello, y para disminuir las asimetrías, hay que armonizar las condiciones para operar de un lado y el otro de ambos países”.

A través de consensos de los equipos técnicos de ambos países hay que llegar a acuerdos para poder generar condiciones equivalentes, por ejemplo, el tema del financiamiento y el acompañamiento, los servicios públicos que funcionen con calidad, entre otros, acotó.Es un momento de reencuentro para ver cuáles son las brechas y poner en práctica y poder corregir lo que hay que corregir, dijo.

El reencuentro

Para Russian, el reencuentro es positivo, pues hay una comunidad empresarial y una red de autoridades nacionales en Venezuela y en Colombia que tenían años que no se contactaban, no se hablaban, no se reconocían, y el hecho de reconocerse ha sido un paso muy importante, ha habido mucha voluntad, y “nosotros siempre destacamos que gracias al reencuentro con Colombia se ha logrado un acercamiento entre las autoridades públicas y el sector privado venezolano, hay un diálogo más fluido y hay más empatía”.

Por supuesto que eso no significa que ya no haya diferencias y que todo está resuelto, pero es la manera de ir resolviendo las diferencias, porque así pasa en todo el mundo: el sector privado y el sector público interactúan y logran consensos, tratan de ver visiones comunes y se tratan de corregir elementos que no estén bien y normalmente en la realidad hay muchas cosas que no funcionan bien.

Agenda intensa

El representante de Cavecol señaló que se ha visto una agenda intensa y se le ha puesto mucho empeño, pero es mucho lo que hay que hacer, a pesar de que se ha avanzado mucho, “y siempre decimos lo que hemos trabajado en el protocolo modificatorio del acuerdo de alcances parciales, el acuerdo para el tema de protección de inversiones, el acuerdo de carga terrestre a nivel fronterizo, todo esto es necesario, pero sigue habiendo la necesidad de seguir avanzando”.

“Siempre recuerdo que cuando estábamos en la Comunidad Andina teníamos una cantidad de cosas resueltas, pero ahora que no formamos parte de ese grupo tenemos que trabajar en estos temas porque el hecho de no tratarlos no significa que se van a resolver solos”., añadió.

Recomendaciones

Entre las recomendaciones de Cavecol destaca la necesidad de establecer mesas técnicas, de un lado y del otro, incluso también Colombia en algunos casos se ha puesto a la orden para dar asistencia técnica a aquellos sectores donde se considera que tengan más fortalezas o experiencia a Venezuela, y en Venezuela también las autoridades podrán dar asistencia técnica en aquellos sectores donde se identifique que puedan colaborar con las autoridades colombianas.

Índice de incertidumbre en Chile llega a su nivel más alto en un año

 

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El Índice de Incertidumbre de Política Económica elaborado por el Centro de Políticas Económicas y Sociales de la Universidad Católica (Clapes UC), llegó a su nivel más alto en doce meses.

El registro tuvo un alza de 48,3% en octubre, aumentando por tercer mes consecutivo. Según el estudio, las principales razones tienen relación con el proceso constitucional, el estancamiento económico y la falta de definición sobre cambios al sistema tributario.

El director del organismo y exministro de Hacienda, Felipe Larraín, afirmó que cerrar el proceso constitucional ayudaría a disminuir esta sensación.En tanto, el director de la Escuela de Negocios de la Universidad Mayor, Francisco Castañeda, atribuyó el aumento del indicador a factores internacionales.

La directora del Centro de Estudios Financieros de la Universidad de Los Andes, Cecilia Cifuentes, sostuvo que la imposibilidad de acuerdos en materia de reformas impulsa la incertidumbre en la población.

A este escenario se suma la baja en la clasificación crediticia del país de “estable” a “negativa” de la agencia Standard and Poor´s (S&P), quienes enfatizaron en la dificultad que tiene Chile para llegar a consensos políticos.

La economía chilena volvió a caer en agosto

Este lunes el Banco Central informó que el Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec) cayó 0,9% en comparación con igual mes del año anterior. Para ese mes, no obstante, el mercado proyectaba un avance de hasta 0,4%. La serie desestacionalizada disminuyó 0,5% respecto del mes precedente y retrocedió 0,9% en doce meses. El mes registró la misma cantidad de días hábiles que agosto de 2022.

En julio, el Imacec había crecido 1,8%. Fue el primer avance luego que la actividad anotara cinco retrocesos consecutivos. En detalle, en junio, mayo y abril el índice cayó 1,0%, 2,0% y 1,1% respectivamente. En marzo registró -2,1% y en febrero el retroceso fue de 0,5%; mientras que en enero creció 0,4% (se trató en ese momento del primer registro positivo luego de cuatro caídas mensuales previas en 2022).

De acuerdo a lo indicado por el Banco Central, la variación anual del Imacec en agosto de 2023 fue explicada por la caída de los servicios, compensada en parte por la producción de bienes. En tanto, el resultado negativo del Imacec desestacionalizado estuvo determinado por el desempeño de los servicios.En julio la actividad había mostrado su primer avance luego de cinco retrocesos consecutivos. Sin embargo, en agosto el Imacec volvió a caer principalmente por el retroceso de los servicios.

 

Claves para entender la baja inflación en Bolivia

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Viviana Maldonado

En un contexto internacional donde los titulares de noticias hablan de tasas de inflación de dos dígitos y economías de países vecinos tambaleantes, Bolivia parece ser una isla alejada de esa realidad, destacando como ejemplo de estabilidad económica. Es por esa razón que se torna necesario comprender por qué no enfrentamos los mismos problemas inflacionarios que el resto del mundo pese a que el contexto externo afecta a todos por igual.

Bolivia ha logrado mantener una de las tasas de inflación más bajas en la Región, en un entorno global donde las crisis económicas parecen ser la norma. Hasta agosto de 2023 nuestra inflación registró una cifra del 1,6%, por debajo de países vecinos como Perú (3,6%), Brasil (3,2%) y Chile (2,6%), lo que refleja el empeño del Gobierno por mantener la estabilidad económica y la protección del poder adquisitivo de la población.

Es crucial recordar que durante 1985 el mundo observaba con preocupación la inflación de nuestro país, la cual alcanzaba un asombroso ocho mil 171%. Hoy nos vuelven a mirar, pero esta vez por las estrategias implementadas que fueron y son efectivas para mantener la estabilidad de precios.

Estos logros se deben al giro hecho en el enfoque de la política económica en el país desde 2006 con la introducción del Modelo Económico Social Comunitario Productivo (Mescp), que con cifras demuestra su efectividad en el cuidado del bolsillo de la población general y fundamentalmente de los sectores más vulnerables. Bajo la línea de este modelo se han implementado medidas que resultaron ser acertadas, pues permitieron al país resistir las fuertes presiones inflacionarias que afectan a muchas economías del mundo, y esto no ha sido tarea fácil.

Gracias a la ejecución oportuna de medidas económicas, Bolivia logró mitigar las graves consecuencias que afectaron a otras naciones. Esto subraya la calidad de la gestión económica eficaz en momentos de crisis global.

Una de las claves para esta estabilidad es la subvención a los carburantes, que no permite que las fluctuaciones de los precios internacionales impacten sobre el transporte público y privado; de esta forma también apoya e impulsa la producción agropecuaria. Esto, a su vez, ha reducido los costos de producción y logística de transporte, garantizando un abastecimiento constante de productos esenciales a precios asequibles para los consumidores.

Además se han promovido las “ferias de precio justo”, que han contribuido a eliminar distorsiones de precios en los canales de comercialización. También se han establecido cupos de exportación para asegurar el abastecimiento interno y se ha apoyado a las empresas estatales con recursos de inversión pública, lo que ha permitido abastecer de insumos al sector productivo con precios preferenciales. Por otra parte, con la política cambiaria estable se ha brindado certidumbre económica y se ha protegido al país de las presiones inflacionarias que vienen del exterior.

En consecuencia, Bolivia no enfrenta problemas inflacionarios como el resto del mundo; más bien, demuestra que es posible mantener una economía estable en tiempos de incertidumbre. Debemos entender y valorar el Mescp por los resultados que muestra en favor de la población y no caer en la desinformación que a veces se propaga por razones políticas. La estabilidad económica es un logro que merece ser reconocido y protegido.

 

El derrame no llega nunca y Uruguay no levanta cabeza

 

El derrame en Uruguay parece no llegar nunca ya que hay alrededor de 550.000 personas que ganan 25.000 pesos, es decir “salarios sumergidos, salarios de hambre”, lo que representan aproximadamente un tercio de la población económicamente activa, aseguró el presidente de la central única de trabajadores Pit-Cnt, Marcelo Abdala.

Este lunes. el Instituto Cuesta Duarte (Pit-Cnt) divulgó un informe sobre la actividad económica en el segundo trimestre del año. En términos de crecimiento del producto interno bruto (PIB), la economía uruguaya se contrajo 2,5% en comparación a igual período del año pasado, cuando también se había registrado una disminución de la actividad; por lo tanto, el PIB “cayó en tres de los últimos cuatro trimestres de los que se dispone información”, marca el documento.

La principal causa detrás de la contracción económica es la sequía que meses atrás atravesó el país. En el sector agropecuario, el valor registrado en el segundo trimestre de 2023 estuvo 27,4% por debajo del valor que tuvo en el mismo período de 2022, lo cual “explica 2,1 puntos de los 2,5 puntos que disminuyó la actividad promedio en este período”. A su vez, el sector de energía eléctrica, gas y agua registró una retracción de 11,5%, que tuvo una incidencia de 0,3 puntos en los 2,5 puntos de caída en promedio.

Respecto del corto plazo, el análisis del Cuesta Duarte señala que “las estimaciones de crecimiento económico para este año se han ido reduciendo desde fines del año pasado”. El último dato, correspondiente a octubre, proyecta un crecimiento anual de 0,78%, lo cual supondría un “magro desempeño” de la economía, “luego de dos años de fuerte expansión”, en el entorno de 5%.

El informe marca que el escenario mejoraría a partir de 2024, año en el que “se espera una expansión del producto de 3,1%”, gracias al “accionar de algunos factores puntuales”, como “la puesta en marcha de la (segunda) planta de UPM” y el “efecto rebote de lo sucedido este año”.

Como “principales desafíos”, el instituto del Pit-Cnt señala, en primer lugar, “la pobreza y la distribución” de la riqueza. Los últimos datos oficiales registraron una incidencia de la pobreza de 10,4% en la primera mitad del año, mientras que, en términos relativos, se constató una “disminución del peso de la masa salarial en el producto”.

 

Preocupación por un  incremento de niveles de pobreza en el Perú

 

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Fabiana Sánchez

Si el Perú crece a un ritmo del 2% anual, tardará aproximadamente 10 años en recuperar los niveles prepandemia que registraba la clase media en el país, manifestó el gerente de Políticas Públicas del Instituto Peruano de Economía (IPE), Víctor Fuentes. De acuerdo con cifras del IPE, este segmento actualmente alcanza al 33% de la población, pero antes de la crisis sanitaria llegaba al 40%.

No obstante, para este año, se espera una caída del 0.3% del Producto Bruto Interno (PBI), con lo cual se tardará aún más recuperar los niveles que había en 2019. “El porcentaje de clase media que se tiene hoy es el que había hace 10 años”, añadió.

Víctor Fuentes manifestó que existe preocupación porque suban los niveles de pobreza (actualmente está en 27.5%). “Es una buena noticia que la inflación esté bajando, pero hay otro componente como los salarios y esto se ve afectado con crecimientos económicos bajos”, explicó.

Respecto al crédito suplementario por S/5,447 millones aprobado por el Congreso, el representante del IPE consideró que no se tiene claridad del impacto que tendrá. Para que tenga un impacto, señaló que es necesario que “se tenga claridad quién es parte de la población vulnerable”.

Medidas

Por otro lado, el ministro de Economía y Finanzas, Álex Contreras, manifestó ayer que están evaluando nuevas medidas relacionadas con la reactivación, como incentivos para la contratación.

El funcionario explicó que además del fenómeno de El Niño, la derorgación de la Ley Agraria en 2020 está pasando factura ahora. “Esa ley (la derogatoria) ha sido nefasta para el sector agroexportador y estamos viendo las consecuencias de esas decisiones que se tomaron en 2020″, añadió.

Fitch ratificó la clasificación del Perú en ‘BBB’ con perspectiva negativa. La calificadora indicó que esta perspectiva refleja la persistencia de una alta incertidumbre política.

 

Prioridades argentinas: cuidar las divisas y los efectos de la inflación

 

Jorge Marchini*

La conmoción provocada por el resultado electoral del domingo pasado no fue solo para los candidatos perdedores, sus estrategas de campaña y sus medios y columnistas. Lo ha sido también para grupos económicos y financieros que se entusiasmaron por los mensajes duros a favor de medidas económicas y sociales regresivas inmediatas de “motosierra” de Javier Milei (La Libertad Avanza) o de “reducción drástica” de gasto público de Patricia Bullrich (Juntos por el Cambio). No hay dudas de que Sergio Massa fue el gran ganador de la compulsa inicial, al haber percibido con mucha mayor perspicacia que sus contrincantes el humor y las expectativas del electorado.

La frustración de Juntos por el Cambio, al quedar su candidata fuera de la segunda vuelta, ha derivado en una crisis de imputaciones, cambios de argumentos y de bandos. Ha puesto al descubierto la falta de coherencia y la inexistencia en ese espacio –ya previamente– de supuestos principios diferenciados no negociables y de firmes lealtades. La evidencia del fracaso y de un patético oportunismo ha sido la amistad y comprensión alcanzadas en horas por los supuestos antes archienemigos Milei-Bullrich, convertidos velozmente en aliados para apoyar la candidatura del primero en el balotaje para enfrentar a Massa el 19 de noviembre.

Pese el mensaje de los votantes, el siempre misterioso “círculo rojo” no deja de seguir reclamando más “ajustes”, que es justamente lo que puso en cuestión el resultado electoral el 22 de octubre. Atacan todo intento de afirmar capacidades reguladoras y fiscalizadoras del Estado y la transparencia informativa pública en los comportamientos comerciales, impositivos y financieros. Exigen mayores ventajas y desregulaciones laborales y menos cargas tributarias, pero rechazan que se avance en la investigación, el control y el combate de evasiones y operaciones irregulares e ilegales en el comercio exterior, impositivas y fugas de capitales. Se niegan a articular proyectos de desarrollo con otros sectores sociales, no sólo con los trabajadores, sino con el amplio entramado de pymes y emprendimientos sociales cuya demanda se basa en la capacidad de compra de la población, es decir el mercado interno, que impulsa más de tres cuartas partes de la actividad económica del país. Refieren, por último, el impulso de una “salida exportadora” que con una perspectiva yupanquista es percibida por la mayor parte de los argentinos como desproporcionada: las penas son de nosotros, los dólares para otros.

¿De dónde viene la inflación?

Irónicamente, voceros del establishment plantean que la Argentina debe superar las que refieren como “anomalías” para el “aprovechamiento de las oportunidades que ofrece nuestro país en materia agropecuaria, energética, minera, así como en los sectores manufacturero y de servicios”. Pero se niegan a reconocer que la prioridad de atención debe ser la existencia anómala de una creciente emergencia social en el país, al crecer la carestía de productos y servicios sin justificación de mayores costos. Exigen mayores ajustes (reforma laboral y previsional) y la fuerte devaluación de la moneda nacional junto con la liberalización cambiaria “para ganar competitividad”, cuando no existen motivos objetivos para ello.

En paralelo al muy serio desbalance inflacionario, se elevan argumentos sobre “requerimientos de mayores ajustes” y la necesidad del cumplimiento prioritario de las “metas acordadas con el FMI”. Voceros y analistas políticos y económicos del establishment repiten, sin fundamento objetivo, que la emisión monetaria y la inflación son provocadas por una supuesta e inexistente demanda popular recalentada. A la manera del precursor libertario e ideólogo de desastres y vaciamientos económicos Álvaro Alsogaray (1913/2005), hacen referencia a la “maquinita impresora de billetes” o al “plan platita”, pero ocultan lo evidente: que con la aplicación del programa definido y tutoreado por el FMI no solo han persistido, sino que se han profundizado graves desequilibrios sociales estructurales y se ha dado lugar a la aceleración de la devaluación del peso y a alteraciones monetarias por pasivos remunerados del BCRA, cada vez con mayores tasas de interés para el cubrimiento de desequilibrios, una recurrencia especulativa de corto plazo de deuda sobre deuda. En los primeros nueve meses del año (enero-septiembre), el gasto público nacional en prestaciones sociales disminuyó un 7,1% en relación a la inflación, pero los pagos por intereses por deuda pública, por el contrario, aumentaron en forma real un 11,5%.

El aumento de la pobreza e indigencia, la caída del salario real, el empeoramiento de la distribución del ingreso y el crecimiento de la bola de nieve de deuda pública son paralelos a las corridas financieras repetidas, inducidas también por rumores e incertidumbre política para forzar una mayor devaluación del peso, en tanto se generalizan juegos con diferenciales cambiarios y desabastecimientos y/o falta de precios o entregas de insumos y productos esenciales. La población lo percibe día a día cuando va a hacer compras.

Ya en relación al otro eje de confusión inducida que es el del supuesto descontrol del gasto público, esta semana Sergio Massa puso en evidencia en una conferencia de prensa la existencia de exenciones impositivas y beneficios tributarios “que están afectados centralmente a beneficios empresarios, a sectores económicamente muy concentrados” que representan el 4,8% del PBI. Deberán analizarse y debatirse condiciones y efectos puntualmente, ya constituido el nuevo gobierno y el Congreso Nacional a partir del 10 de diciembre.

¿Será factible que se genere un debate parlamentario amplio y desmitificador tanto de ingresos como de gastos públicos? ¿Cómo se ubicará el debate imprescindible sobre la oprimente carga financiera de la deuda pública ante un cronograma de vencimientos irreales crecientes en el próximo período? Y, sobre todo, ¿cuáles deben ser las prioridades de la política pública y los recursos para afrontarlas?

No se trata de meras preguntas técnicas sino que requerirán participación y toma de posición política y social.

Cuidar divisas y parar la inflación

Otro tema recurrente en el período preelectoral ha sido sin dudas el de la falta de reservas del Banco Central. El acuerdo de ampliación de la línea de crédito “swap” de China por un equivalente en yuanes a 6.500 millones de dólares acordado la semana pasada ha sido un alivio inmediato cierto y sustantivo (también criticado por la oposición), pero de todas formas solo circunstancial. Visto lo ocurrido días antes de las elecciones, es preciso clarificar el estado de situación y ponderar eventuales pasos concretos en relación al cuidado de las divisas del Banco Central, entre las cuales pueden mencionarse:

  • Desarticular falsos argumentos de “atraso cambiario”.
  • Sostener la necesidad del país de seguir manteniendo controles cambiarios, al comercio exterior y a los movimientos de capitales.
  • Establecer específica y claramente prioridades para el acceso de divisas para pagos al exterior. Deben ser autorizadas en primer lugar para el sostenimiento de las condiciones de vida de la población y la provisión de equipamientos e insumos críticos en tanto resulten insustituibles en forma eficiente y efectiva con producción nacional.
  • Investigar en forma exhaustiva y transparente, y establecer controles estrictos contra el contrabando y las maniobras especulativas en el comercio exterior de bienes y servicios.
  • Investigar en forma exhaustiva y transparente y sancionar severamente maniobras de triangulación, re-exportación, sub-facturación de exportaciones y sobre-facturación de importaciones.
  • Investigar y sancionar el pago de auto-préstamos en el exterior en dólares en el mercado oficial y la fuga ilegal de capitales.
  • Cumplir y hacer cumplir la ley 19.359 (Régimen Penal Cambiario).

Y en relación a la necesidad de afrontar efectos inflacionarios inducidos por la incertidumbre y los desequilibrios estructurales mencionados:

  • Establecer como prioridad la emergencia alimentaria y la atención de los sectores más castigados de la sociedad.
  • Desacoplar los precios internos de los alimentos de los internacionales de exportación, vía fijación de cupos para garantizar el abastecimiento interno.
  • Transparentar cadenas de valor, costos y precios de productos y servicios de incidencia central en la canasta familiar y en la producción.
  • Supervisar y combatir ventajas monopólicas u oligopólicas que se evidencian en relación a productos y servicios clave.
  • Coartar las ventajas de “posición dominante” que ejercen empresas productoras de materias primas básicas e insumos difundidos, que imponen subas indiscriminadas en cada cadena de valor.

En lo inmediato, la mira estará puesta en la definición de la elección presidencial. En perspectiva, se trata, ni más ni menos, que el futuro del país.

* Profesor Titular de Economía de la Universidad de Buenos Aires. Coordinador para América Latina del Observatorio Internacional de la Deuda, investigador del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (Clacso). Vicepresidente de la Fundación para la Integración Latinoamericana (FILA) y colaborador del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)

Panorama internacional

 

1.- ¿Cómo funcionaría realmente un banco BRICS+?

Michael Hudson*

La primera semana de octubre ha visto cómo los tipos de interés estadounidenses se disparaban hasta el nivel del 5% en los bonos del Tesoro a largo plazo. Esto ha convertido a los bonos del Tesoro a largo plazo en uno de los vehículos de inversión más atractivos del mundo, o incluso el más atractivo.

Un resultado obvio es que los países que pretenden desdolarizar sus reservas del banco central tomarían una decisión inoportuna al salirse del dólar en este momento. Evitar la tenencia de dólares en forma de títulos del Tesoro estadounidense significaría mantener reservas extranjeras denominadas en una moneda que está bajando frente al dólar. Ningún otro gobierno está dispuesto a hacer su moneda tan atractiva para los inversores internacionales (incluidos los bancos centrales) subiendo tanto los tipos de interés.

Al 5%, los bonos US son la mejor inversión y la más segura. Se está produciendo un enorme movimiento hacia el dólar y, por tanto, una subida de su tipo de cambio frente a la mayoría de las demás divisas. Esto ha hecho mucho más caro para los países del Sur Global el servicio de sus deudas externas denominadas en dólares con el FMI, el Banco Mundial y los tenedores de bonos privados. Si intentan pagar estas deudas – que ahora son mucho más caras en sus propias monedas – tendrán que sufrir austeridad, y utilizar su superávit económico para pagar a los tenedores de dólares en lugar de utilizarlo para desarrollar sus propias economías.

Esa tensión impuesta por el servicio de la deuda internacional es la más grave desde finales de los años veinte, con la misma negativa de los países acreedores a ver cómo no se puede pagar la sobrecarga actual de la deuda externa. Lo hemos visto antes, en la austeridad causada por Alemania al intentar pagar sus deudas de reparaciones de la Primera Guerra Mundial, y por Inglaterra y Francia al intentar pagar sus deudas Inter-Ally [interaliadas] a pesar de la autodestrucción que suponía adherirse a las exigencias de los acreedores.

El mundo se negó a negociar una quita de estas deudas intergubernamentales hasta que el crack de 1929 obligó a los observadores realistas a acordar la moratoria de 1931 sobre las reparaciones alemanas y las deudas interaliadas. Para entonces, la Gran Depresión ya estaba en marcha.

El tipo de interés del 5% actual amenaza con desestabilizar la economía nacional estadounidense y el presupuesto federal tanto como está aumentando el coste del servicio de los bonos en dólares extranjeros de los países deudores. Un tipo de interés del 5% en bonos a 30 años significa duplicarse en 14 años. (Para un bono a 30 años, una compra de un millón de dólares cuadruplicará su valor nominal hasta alcanzar los 4 millones de dólares cuando el bono venza en 2053, dentro de treinta años.

Piense en el efecto que esto tendrá en el presupuesto estadounidense para entonces. Habrá que destinar una parte mucho mayor a pagar a los tenedores de bonos, la mayoría de los cuales están exentos de impuestos, por ejemplo, manteniendo sus ahorros en paraísos fiscales.

Los países deudores del mundo, si no los acreedores, se están dando cuenta -por fin- de que muchas deudas públicas no pueden pagarse, salvo sumiendo sus economías en la depresión y la austeridad. Eso podría ocurrirle también a la economía estadounidense si trata de gravar la economía para pagar a los acreedores en lugar de limitarse a imprimir el dinero.

Obviamente, tiene que haber una alternativa. Tiene que ir más allá de la mera declaración de una moratoria de la deuda. Se necesita una reestructuración a más largo plazo del sistema financiero internacional, porque el sistema actual se ha vuelto disfuncional.

Este reconocimiento ha sido más explícito en las declaraciones de los gobiernos de China y Rusia. Aunque están en condiciones de convertirse en países acreedores en el próximo reajuste mundial, reconocen la necesidad de crear una vía para que los países registren superávits o déficits de balanza de pagos sin polarizar la economía internacional entre acreedores y deudores, creando una nueva división como la que se está produciendo ahora.

En la reunión del Club Valdai celebrada el jueves en Sochi, el Presidente de Rusia, Putin, explicó cómo veía él la necesaria reestructuración. Contrariamente a lo que se ha debatido en Occidente, lo que se planea no es una « moneda BRICS », sino algo mucho más limitado : un medio para resolver los desequilibrios de pagos en líneas muy distintas de las que han conducido a la crisis actual.

Por lo que respecta al BRICS, no necesitamos crear una moneda única, sino establecer un sistema de liquidación, crear una logística financiera para garantizar las liquidaciones entre nuestros países, pasar a las liquidaciones en las monedas nacionales, entendiendo al mismo tiempo lo que ocurre con nuestras monedas nacionales, y tener en cuenta los indicadores macroeconómicos de nuestras economías. Diferencias de cambio, procesos inflacionistas…

Ya he dicho, y muchos lo creen, que el sistema de Bretton Woods está vencido. Al fin y al cabo, no hablo yo, hablan expertos occidentales. Hay que cambiarlo. Por supuesto, conduce a fenómenos tan feos como, por ejemplo, las obligaciones de deuda de las economías en desarrollo, por supuesto, se trata de la dominación absoluta y completa del dólar en el sistema mundial. Es sólo cuestión de tiempo que esto ocurra.

Lo que se necesita ciertamente no es un « nuevo Bretton Woods ». El antiguo sistema de Bretton Woods fue diseñado en 1944 por planificadores estadounidenses ante todo para acabar con la Preferencia del Imperio de Gran Bretaña basada en las tenencias de libras esterlinas en bloque (reservas del gobierno que no podían gastarse fuera de la zona de la libra esterlina) y la perspectiva de depreciación de la libra esterlina. Los planificadores estadounidenses consolidaron el poder de Estados Unidos basando la política monetaria internacional en el activo que poseía el Tesoro estadounidense : el oro, del que Estados Unidos poseía ¾ de las reservas mundiales de oro monetario en 1950.

Junto con la insistencia en el libre comercio y la libre circulación de capitales (es decir, sin controles de capital ni restricciones sobre cómo la India y otros países del Imperio Británico podían gastar su acumulación de reservas de libras esterlinas durante la Segunda Guerra Mundial), el « orden basado en normas » estadounidense convirtió la libra esterlina británica en una moneda satélite. Una vez obtenida la aquiescencia británica, las propuestas estadounidenses de Bretton Woods se impusieron a Europa y a otros países. Su destino ha seguido el de la restricción presupuestaria interna británica y las políticas de austeridad stop-go (una política económica que pretende, para una autoridad como un Estado o un banco central, alternar fases de estímulo del empleo o de la inflación (go) y fases de rigor cuando se alcanzan o superan los objetivos (stop).

John Maynard Keynes propuso una alternativa a la tenencia de dólares, algo así como un anti-Bretton Woods. Su objetivo era evitar el dominio financiero estadounidense creando una moneda fiduciaria, el Bancors . No era una forma de dinero internacional, sino que tenía un propósito especial como activo de « oro de papel », similar a lo que el FMI introdujo más tarde como Derechos Especiales de Giro (DEG), en respuesta a la necesidad de rescate del propio Gobierno de EE.UU. cuando su gasto militar en el extranjero empujó su balanza de pagos a un profundo déficit durante la guerra de los años setenta en el sudeste asiático. Los Bancors o DEG podían emitirse para que los países con déficit en su balanza de pagos pagaran a los países con superávit.

La distinción entre una « moneda BRICS » y un « banco BRICS »

Este es el problema que los BRICS+ y los países del Sur Global intentan resolver hoy. La prensa popular ha confundido las cosas al referirse a una « moneda BRICS ». No se trata de una moneda como el euro o el rublo o el renminbi. No es una moneda que cualquiera pueda gastar en el supermercado o para pagar el alquiler. No es « dinero » tal y como se entiende generalmente. No es una moneda que se pueda negociar en los mercados de divisas y, desde luego, no la pueden comprar los especuladores (aunque podrían apostar por lo que podría cambiar, algo así como apostar en una carrera de caballos sin tener un caballo o un jinete en la carrera).

El dinero nacional, como el dólar o el euro, deriva en última instancia su valor de ser aceptado por los gobiernos nacionales en el pago de impuestos u otras transacciones con el sector público. Esto hace que el dinero sea fungible. En este sentido, el dinero puede considerarse de utilidad pública. Pero la existencia de una moneda de este tipo para varios países requiere un gobierno, una autoridad fiscal y un sistema jurídico comunes. Si la moneda va a ser emitida por varios países – como el euro – se requiere una unión política con poder para asignar a quién corresponde cada parte de la moneda. Los BRICS aún no cuentan con esa base política. En palabras del Presidente Putin, los países están « en diferentes fases de desarrollo ». Y lo que es más, su comercio e inversión mutuos no están en absoluto equilibrados en la actualidad. Ese desequilibrio es el principal problema que hay que resolver, al igual que en 1944-45. Se trata de un problema de balanza de pagos, no de financiación de los presupuestos y gastos de los gobiernos nacionales.

¿Cómo pueden los países con déficits crónicos de balanza de pagos (como la mayoría de los países de la Mayoría Global que buscan una asociación con los BRICS+) endeudarse con países con superávit de pagos (como China y Rusia), sin verse obligados a imponer la austeridad ? ¿Cómo se puede evitar que la deuda intergubernamental cause los problemas que han creado el sistema estadounidense/Bretton Woods y las « condicionalidades » del FMI ?

El primer paso ha sido un parche consistente en llegar a acuerdos de canje. Eso permite a los países saldar los desequilibrios comerciales y de inversión entre ellos con sus propias monedas nacionales. La ventaja es que no hay necesidad de implicar a acreedores de « línea dura » como Estados Unidos, y evitar el riesgo de que los países de EEUU/OTAN simplemente se apoderen de las reservas monetarias de sus bancos centrales como hicieron con los 300.000 millones de dólares de Rusia.

Pero el problema va más allá de simplemente evitar el uso de dólares y euros. Es necesario crear un sistema de finanzas internacionales que no imponga austeridad a los países deudores. Esa política contraproducente simplemente hace aún más imposible pagar la acumulación de deudas externas.

¿Por qué necesitan los gobiernos reservas internacionales ?

La mayoría de los pagos internacionales se producen en la “cuenta de capital”, para la inversión extranjera, los préstamos, el capital de fuga. Pero los libros de texto académicos de teoría del comercio internacional lo tratan como trueque, como si el dinero, la especulación monetaria y el capital fugitivo fueran sólo un velo. Si el comercio exterior y los pagos estuvieran equilibrados, no habría necesidad de acumular reservas internacionales. Las cuentas estarían saneadas. Pero los pagos internacionales rara vez están equilibrados.

Lo que ahora se discute es cómo denominar los créditos financieros que resultan de este desequilibrio. La acumulación de reservas internacionales no es un signo económico saludable si crecen más deprisa que el ritmo del comercio mundial. Cuando estos desequilibrios – no sólo del comercio, sino también de la inversión extranjera, la guerra, la fuga de divisas, la especulación – aumentan y acumulan intereses año tras año, se hacen cada vez más impagables. Esa es la situación en la que se encuentra hoy el mundo.

La inmensa mayoría de las reservas actuales de los bancos centrales siguen siendo tenencias extranjeras de títulos en dólares US, es decir, deuda nominal de Estados Unidos con gobiernos extranjeros. El Tesoro Us no « tomó prestado » este dinero. Más bien, gastaron dólares en la economía internacional, encabezados por el gasto militar estadounidense de forma cada vez más agresiva y beligerante. Se podría pensar que las reservas de dólares extranjeros soportan los costes del cerco militar estadounidense en todo el mundo.

La mayoría de los pagos internacionales se producen en la « cuenta de capital », por inversiones extranjeras, préstamos y fuga de capitales. Si el comercio exterior y los pagos estuvieran equilibrados, no habría necesidad de acumular reservas internacionales. Las cuentas estarían saneadas.Pero los pagos internacionales rara vez están equilibrados.

Como ya se ha dicho, la solución provisional actual es que los países paguen en su propia moneda y que las naciones con superávit de pagos lo acepten. Pero los intercambios de divisas están sujetos a sus propios problemas. No sólo los gobiernos intercambian sus monedas, sino también los especuladores que no participan directamente en la exportación y la importación. George Soros hizo su fortuna movilizando a prestamistas para quebrar el Banco de Inglaterra y obligarlo a depreciarse superándolo en las mesas de póker de divisas.

Las divisas de muchos países parecen destinadas a depreciarse, lo que supone una pérdida para las naciones con superávit de pagos. Esto se ha convertido en un problema especialmente con el euro. En las reuniones de Valdai, el Presidente Putin explicó por qué es improbable que el euro sea una de las divisas en las que se apoyen los países BRICS+ a medida que se desdolaricen :

¿Entienden lo que ha pasado ?

La competitividad de la economía europea ha caído, y la competitividad de su principal competidor en términos del componente económico de Estados Unidos ha aumentado drásticamente, y la de otros países, incluidos los asiáticos, también ha aumentado. Como consecuencia de la pérdida de parte de su soberanía, se vieron obligados a tomar decisiones en su propio detrimento.

¿Por qué necesitamos un socio así ?… nos estamos alejando en gran medida del desvanecido mercado europeo y aumentando nuestra presencia en mercados en crecimiento de otras regiones del mundo, incluida Asia.

Entre los países BRICS+, Argentina es un buen ejemplo.

Su deuda externa en dólares ha crecido en gran medida gracias al patrocinio del FMI [ilegal según su propio estatuto]. La principal función política del FMI en la política exterior de Estados Unidos ha sido permitir a las oligarquías clientes pro-estadounidenses sacar su dinero de los países cada vez que existe la posibilidad de que salga elegido un reformista de izquierda o simplemente democrático. Convertir su moneda argentina en dólares reduce el tipo de cambio del peso. Sin la intervención del FMI, eso significaría que a medida que el tipo de cambio cae, las clases adineradas que realizan la fuga de capitales reciben cada vez menos dólares.

Para sostener la moneda -y, por tanto, los dólares en divisas fuertes que reciben los actores de la fuga de capitales-, el FMI presta dólares al gobierno de derechas para comprar el exceso de pesos que la oligarquía clientelar está vendiendo. Esto permite a los argentinos sacar su dinero del país para obtener una cantidad mucho mayor de dólares estadounidenses de la que obtendrían si el FMI no estuviera prestando dinero al gobierno títere de derechas.

Cuando llega el nuevo gobierno reformista, se encuentra cargado con una enorme deuda externa contraída con el FMI. Esta deuda no se ha contraído de forma que ayudara a Argentina a desarrollar su economía y a ganar dólares para devolver el préstamo. Es simplemente el resultado del apoyo del FMI a los gobiernos de derechas. Y el FMI entonces le dice al nuevo gobierno (ya sea Argentina o cualquier otro deudor) que pague sus préstamos extranjeros bajando los salarios de la mano de obra. Esa es la única manera que el FMI reconoce para que los países « estabilicen » su balanza de pagos. Así que el gobierno reformista está obligado a comportarse igual que un gobierno de derechas, intensificando la guerra de clases del capital contra el trabajo. La « cura » para sus déficits de balanza de pagos se convierte así en algo incluso peor que la enfermedad original, es decir, su oligarquía rentista sacando su dinero del país.

Recientemente, el FMI devolvió parte de uno de estos odiosos préstamos del FMI. Lo hizo con dinero que tomó prestado de China. Y China ha estado debatiendo la posibilidad de aumentar su cuota en el FMI para reflejar su creciente poder económico. Sin embargo, los políticos estadounidenses han designado a China como el enemigo número uno de Estados Unidos a largo plazo, y están tratando de ampliar la OTAN en el Pacífico para aumentar las amenazas militares a China. La guerra de Estados Unidos y la OTAN en Ucrania se ha descrito como una estrategia para destruir la capacidad económica de Rusia para apoyar a China en la próxima Guerra Fría.

Y para apoyar el suministro de armas de Occidente para luchar contra Ucrania, el FMI ha prestado a Ucrania siete veces su cuota – a pesar de que un préstamo tan grande va en contra de las reglas del FMI [como en el caso argentino], a pesar de que Ucrania está en guerra, y a pesar del hecho de que este préstamo, obviamente, no puede ser devuelto. Los alemanes han sugerido amablemente dar los 300.000 millones de dólares de las reservas rusas confiscadas a Ucrania para pagar a sus acreedores extranjeros y pagar más armas estadounidenses.

Por lo tanto, parece bastante obvio que el FMI no puede desempeñar un papel en ningún acuerdo bancor de los BRICS. Pero también demuestra lo difícil que es crear un sistema económico alternativo al actual legado de la Segunda Guerra Mundial.

El problema más grave no se ha debatido públicamente. No hay forma de que una economía viable y resistente para los países del Sur Global y su acuerdo para los bancos centrales pueda tomar forma sin repudiar el exceso de deuda en dólares estadounidenses. Esta carga impagable de deuda externa es un legado del colonialismo financiero patrocinado por Estados Unidos. Mientras esta deuda se mantenga en los libros, los países seguirán obligados a utilizar su superávit comercial y los ingresos de la venta de sus propiedades a inversores extranjeros para pagar a sus antiguas potencias coloniales y a sus acreedores poscoloniales.

Cuando se habla de desdolarización y de la creación de un banco BRICS+, este es el tipo de dilema del que necesitan salir. La primera necesidad es crear un vehículo para gestionar los inevitables desequilibrios de pagos. En la actualidad, éstos se saldan mediante obligaciones de deuda. Una característica clave de la propuesta del bancor de Keynes era que si los créditos crónicos se acumulaban en un país con superávit de pagos – y si su contrapartida en deudas crónicas se producía en países deficitarios – estos desequilibrios se borrarían de los libros. La intención de Keynes era evitar que los desequilibrios de la deuda destruyeran la economía mundial como habían destruido las economías europeas en los años veinte.

No hay forma de que la deuda internacional actual pueda ser reembolsada. Esto es tan cierto para Estados Unidos como para los deudores del Sur Global. El Tesoro US debe mucho más a los gobiernos extranjeros en forma de sus tenencias de títulos estadounidenses de lo que previsiblemente podrá reembolsar. Ha pos-industrializado su propia economía y se ha comprometido a gastar enormes sumas en el extranjero, mientras que su dependencia de las importaciones extranjeras aumenta y sus perspectivas de cobrar sus actuales deudas con los países deficitarios se tambalean.

La inversión extranjera del último medio siglo ha adoptado la forma de privatización del dominio público de los países deudores. Esta inversión no les ha ayudado a desarrollarse, sino que se ha limitado a transferir la propiedad de sus derechos sobre el petróleo y los minerales, los servicios públicos y otros activos. Un sistema financiero internacional viable requiere inversiones productivas, como la Iniciativa Belt and Road de China [Iniciativa de la Franja y la Ruta], que pueden ayudar a los países a prosperar, y no el despojo de sus activos.

Tal vez la ley islámica de la sharia (en economía) ofrezca un indicio de solución, al sustituir las obligaciones de deuda por acuerdos de capital (con acuerdos de recompra). Si los planes que están diseñando China, Rusia y otros miembros del BRICS funcionan como se pretende, los países podrían pagar a los patrocinadores de las inversiones con el crecimiento que se produciría, no imponiendo austeridad como en el actual « orden basado en normas » financieras depredadoras.

El dominio del dólar continuará sobre Europa y otros satélites de Estados Unidos. Otros países que todavía necesitan reservas en dólares para su comercio e inversión con Estados Unidos pueden continuar como hasta ahora. Pero lo que cambiará es una nueva base para la propia economía internacional.

No habrá una nueva moneda BRICS en el sentido de un dólar o un euro que pueda convertirse en un medio para el comercio, la inversión o la especulación internacional. Sólo habrá una « moneda de liquidación » mutua de los desequilibrios de pagos entre los bancos centrales que se adhieran al nuevo sistema. Y ese mismo sistema se basará en principios opuestos al modelo neoliberal financiarizado que se está promoviendo


*Trabajó como economista en Wall Street y actualmente es Distinguished Professor en la University of Misoury, Kansas City, y presidente del Institute for the Study of Long-Term Economic Trends (ISLET). Es autor de varios libros, entre los que destacan : « Super Imperialism : The Economic Strategy of American Empire » (nueva ed., Pluto Press, 2003) y « Trade, Development and Foreign Debt : How Trade and Development Concentrate Economic Power in the Hands of Dominant Nations » (ISLET, 2009).

 

2.- Vencer el hambre requiere invertir más de medio billón de dólares

InterPress Service*

Inversiones por 680 000 millones de dólares anuales se requieren de aquí a 2030 para transformar los sistemas agroalimentarios y poder vencer el hambre que aflige a 735 millones de personas en el mundo, plantea la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Transformar los sistemas agroalimentarios “contribuirá no sólo a erradicar la pobreza, acabar con el hambre y mejorar la nutrición, sino también a garantizar que sean más eficientes, inclusivos, resistentes y sostenibles”, dijo el director general de la FAO, Qu Dongyu”.

Para ello “necesitamos movilizar una inversión mayor y más específica”, apuntó Qu, al intervenir en la sesión inaugural del Foro Mundial de Inversiones 2023 de la Unctad (Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo) en esta capital de Emiratos árabes Unidos.

La transformación planteada requeriría invertir anualmente, durante lo que resta de década, 425 000 millones de dólares en los sistemas agroalimentarios, y otros 255 000 millones en redes de seguridad social, según Qu.

Los sistemas agroalimentarios engloban todas las actividades necesarias para llevar los alimentos desde el lugar donde se cultivan hasta donde se procesan, consumen y eliminan, por lo que son fundamentales para enfrentar retos como la malnutrición, la pobreza, la pérdida de biodiversidad y el cambio climático, recordó la Unctad.

Poner fin a la pobreza y hambre cero son los dos primeros Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) adoptados por las Naciones Unidas en su agenda 2030.

Pedro Manuel Moreno, secretario general adjunto de la Unctad, dijo ante el foro que crisis como la guerra en Ucrania y el cambio climático exigen que la producción de alimentos y las cadenas de suministro de muchos países se adapten y transformen.

“Muy a menudo son los países más pobres los más afectados, pero también los que tienen menos medios para adaptarse y transformar sus sistemas alimentarios”, y las inversiones internacionales que requieren deberían provenir tanto del sector público como del privado, dijo Moreno.

Indicó que a pesar de las perturbaciones en la cadena de suministro y la inflación de los precios de los alimentos debido a las crisis, la financiación y las inversiones internacionales en agricultura y sistemas agroalimentarios no han aumentado.

El número de proyectos de inversión internacional en sistemas agroalimentarios es hoy inferior al de 2015, cuando se adoptaron los ODS.

Moreno expresó que foros como el de Abu Dhabi podrían ayudar a cambiar el rumbo, con acciones para canalizar hacia la producción de alimentos más fondos invertidos en finanzas sostenibles en los mercados mundiales de capital.

“Estos mercados ofrecen una oportunidad real, ya que las inversiones subyacentes han crecido de forma constante”, dijo ante el foro qué prevé la participación, hasta el 20 de octubre, de varios gobernantes, decenas ministros y más de 150 directores ejecutivos de empresas líderes y bolsas de valores.

También instó a los participantes a explorar cómo la tecnología puede ayudar a impulsar la productividad y la resistencia de los sistemas alimentarios, y cómo reducir las pérdidas y el desperdicio en las cadenas de suministro de alimentos.

Según la FAO, en todo el mundo se pierde alrededor de 13 % de los alimentos producidos entre la cosecha y la venta al por menor, y otro 17 % se desperdicia en los hogares, los servicios alimentarios y la venta al por menor, combinados.

Qu también insistió en que, en los países en desarrollo, los agricultores, procesadores y otros actores de los sistemas agroalimentarios necesitan ayuda para acceder a recursos y servicios financieros que aumenten su resiliencia ante las crisis mundiales.

Otros oradores subrayaron la urgente necesidad de aumentar la inversión pública y privada alineada con los ODS en los sistemas agroalimentarios, para reducir la inseguridad alimentaria y fomentar el empleo rural, especialmente para las mujeres y los jóvenes.