El acuerdo pesquero “ilegal” de la UE y Marruecos expira mientras el Polisario tiende su mano a los buques españoles
Alejandro Tena
El tratado comercial entre la UE y Mohamed VI finaliza y los barcos europeos no podrán pescar frente al Sáhara. El Frente Polisario permitirá a la flota española operar en sus aguas, pero ello requiere de la autorización de España y de Bruselas.
Este lunes 17 expira el acuerdo de pesca entre la Unión Europea y Marruecos, el tratado que desde hace décadas ha permitido que el régimen alauita de Mohamed VI pueda expoliar los recursos marítimos del Sáhara Occidental y ofrecer los caladeros ocupados a los barcos europeos.
Hay varias sentencias de los tribunales europeos que declararon nulo este pacto comercial –además de otros– al considerar que Europa había explotado unos recursos bajo un convenio que no había sido rubricado por las autoridades legítimas, en este caso, el Frente Polisario.
En las costas saharauis operan 138 buques europeos, de los que 93 son españoles. La mayoría, por cercanía geográfica, son barcos canarios que históricamente han echado las redes en esa zona del mapa. A partir del lunes, ninguno de estas balsas podrán trabajar allí, lo que abre ahora una nueva tensión diplomática. El Frente Polisario entiende que esta es una buena ocasión para reivindicarse como única autoridad legítima y soberana para con los recursos del Sáhara Occidental.
“Hemos ofrecido a los pescadores nuestra predisposición a sentarnos para que los barcos españoles puedan seguir operando. Para ello, se tienen que dar muchas circunstancias. La primera, que el Estado español y la UE acepten un acuerdo con nosotros”, indica Abdulah Arabi, delegado del Polisario en España.
Según indica el político saharaui, ya se han mantenido conversaciones con las cofradías pesqueras de Canarias para hacerles saber que, si las autoridades españolas y europeas lo aceptan, podrán disponer de una licencia de pesca emitida por los representantes del Sáhara Occidental y volver a faenar con normalidad.
“Lo que está claro es que no pueden tener una licencia de pesca firmada por el Gobierno de Marruecos, sino que debe de estar firmada por los representantes saharauis”,añadió.
El dirigente recuerda que, a pesar del importante cambio que supone la expiración del acuerdo, las relaciones con el Gobierno de España siguen rotas y que no ha habido ningún contacto sobre los recursos pesqueros.
“El Sáhara está volcado con el sector pesquero canario, no quiere interrumpir el pacto, pero quiere que los acuerdos se negocien con el Frente Polisario, que es la autoridad legítima. La pelota está en el tejado de la Unión Europea y de España”, comenta Domingo Martín, presidente de la Plataforma por el Mar Canario.
Los pescadores españoles, en especial los canarios, entienden la postura de las autoridades saharauis y esperan que en los próximos días o semanas pueda haber algún cambio que les vuelva a permitir salir a faenar.
“Agradecemos el gesto del Frente Polisario, que se abre a que la flota española no sufra ningún daño como consecuencia del fin del acuerdo comercial, pero nosotros no tenemos la capacidad de negociar y aceptar acuerdos. Es el Gobierno español y la Comisión Europea quienes deben negociar”, indica David Pavón, portavoz de la Federación Regional de Cofradías de Pescadores de Canarias.
Los pescadores rechazan hablar sobre el conflicto internacional que hay tras los tratados pesqueros, pero instan a España a encontrar soluciones y a impulsar medidas que compensen las posibles pérdidas que pueda acarrear la imposibilidad de faenar frente al litoral africano del Sáhara.
Un paquete de ayudas de última hora
Desde el Ministerio de Agricultura no hablan acerca de negociaciones con los políticos del Polisario. No en vano, fuentes del gabinete de Luis Planas sí informan de que se está trabajando en un paquete de ayudas de última hora para que los pescadores puedan minimizar los daños económicos provocados por la expiración de acuerdo pesquero entre la UE y Marruecos.
El Frente Polisario teme que este revés no sirva para hacer que España reconduzca su postura respecto al Sáhara Occidental y entiende que España podría valerse de su nueva posición en la UE, ahora al frente del Consejo de la Unión, para encontrar “subterfugios” que permitan ahondar en los acuerdos ilegales con Marruecos, tal y como indicó esta semana Mansur Omar, el nuevo delegado del Frente Polisario ante Europa y la UE.
La opción de renovar el tratado de pesca no parece viable, al menos a corto plazo. La sentencia de 2021 de la corte de Luxemburgo establecía que todos los acuerdos comerciales que Europa había firmado con Marruecos sobre recursos y bienes expoliados al Sáhara eran ilegales.
Se espera que el Tribunal de Justicia de la UE se posicione en los próximos meses –a finales de 2023 o principios de 2024–y emita un fallo definitivo. Por ello, Europa no moverá ficha hasta que los jueces sentencien, lo que deja al sector pesquero europeo en un impasse del que es difícil de salir.